Madonna crea estilo. Puede ponerse un chándal, un maillot o un vestido de raso. Pero su look, sea cual sea, se encuentra entre los más imitados. Ese es uno de los motivos que han llevado a la cadena sueca H&M a querer contar con el talento creativo de la diva. "Madonna tiene un sexto sentido para la moda y las tendencias", dijo Margareta van den Bosch, directora de diseño de la firma. La línea, bautizada como M by Madonna, incluye 30 prendas de vestir y 10 accesorios a juego que se venderán en marzo del 2007 en las tiendas de la marca con ropa femenina.

"Los diseños reflejan el estilo atemporal, único y siempre glamuroso de Madonna", señaló ayer la firma. Y la diva definió el proyecto como un nuevo desafío: "Nunca he escondido la pasión que despierta en mí la moda. Trabajar con esta marca supone un nuevo reto creativo".

La relación entre Madonna y H&M empezó a principios de año, cuando la cadena vistió a la diva y a toda su banda fuera de los escenarios durante su última gira. Entonces ella hizo sus pinitos como diseñadora y creó un conjunto deportivo para la marca, pero solo uno. Ahora, y después de comprobar que inventar trapitos no se le da mal, se atreve con una colección completa.

TAMBIEN ROPA INFANTIL Pero la valentía de Madonna va más allá. Además de este proyecto, la artista, motivada por su hija Lourdes, ha creado una marca de moda para niñas llamada English Roses. La ropa, basada en su libro infantil (con el mismo nombre que la firma), se verá en el Salón Premier Kids, del 28 al 30 de enero en Birmingham.

"Ha estado involucrada hasta en el más mínimo detalle. No hay duda de que su influencia será evidente en esta colección", dijo Van den Bosch en referencia al proyecto de H&M. Si es así, es posible que la respuesta del público sea mayor que la que se creó en octubre con la colección de los modistos Viktor & Rolf, que provocó la invasión de una marabunta de fashion victims en todas las tiendas de la cadena. Antes de ellos, H&M había contado con las creaciones de diseñadores de renombre como Karl Lagerfeld y Stella McCartney. El objetivo era "democratizar la moda", es decir, poner los diseños de los grandes al alcance de todos los bolsillos.