Los restos mortales del poeta Angel González, fallecido el sábado a los 82 años, fueron incinerados ayer en el cementerio de La Almudena de Madrid, hasta donde se trasladaron numerosos familiares y amigos, quienes le despidieron entre aplausos emocionados. La viuda del poeta, Susana Rivera, dijo que sus cenizas y serán esparcidas en Oviedo, donde nació, el próximo sábado en una tumba familiar. Entre los asistentes al sepelio estaba el director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha, que declaró que la muerte del académico es una perdida enorme "para la literatura en general". También acudieron los escritores Almudena Grandes y Luis Antonio de Villena.