Hasta las situaciones más dramáticas pueden tener su punto de grotescas. Los norteamericanos Ed Strosser y Michael Prince han conseguido elaborar en Breve historia de la incompetencia militar (Ediciones B) un manual de historia de la estulticia bélica sin abandonar el sentido del humor ni el afán divulgativo.

Los autores advierten de que los vencedores de las guerras son muy poco proclives a reconocer sus pifias. Y en este sentido hay que buscar la utilidad de esta obra. Ejemplos no faltan: un total de 16 que van desde el fin del imperio romano, pasando por la fallida invasión de bahía de Cochinos (1961), la bochornosa de la isla de Granada (1983) o el vodevilesco golpe de Estado contra Gorbachov (1991).

Paradigma de la estupidez humana fue la cuarta cruzada (1198). El objetivo de los nobles caballeros cristianos era liberar los Santos Lugares. El resultado fue otro, como resumen Strosser y Prince: "Ciudades cristianas saqueadas: dos. Emperadores griegos derrotados durante la cruzada: seis. Veces que los griegos dieron media vuelta y huyeron: miles. Musulmanes muertos: cero".

Donde la ironía de Strosser y Prince raya en el sarcasmo es en los episodios referentes a su país: la llamada Rebelión del whisky de 1794 desmitifica la figura de algunos de los prohombres de EEUU. George Washington es tachado de "especulador de terrenos, propietario de esclavos, pésimo hombre de negocios" e iniciador de "la gran tradición de los presidentes americanos que se retiran para ganar dinero a manos llenas".

INVASION DE RUSIA La casi olvidada invasión norteamericana de Rusia en el año 1918 ocupa uno de los capítulos. El instigador fue el presidente Woodrow Wilson. Entre sus objetivos estaba desbancar a los comunistas de Lenin. Sin la menor planificación, el revés fue de los que hacen historia.

En la invasión de Bahía de Cochinos (1961) Kennedy fracaso también estrepitosamente en su intento de derrocar a Fidel Castro sin que nadie se enterara de que EEUU estaba detrás. La operación de la CIA fue un fiasco y se convirtió en la "primera invasión fallida aireada por la prensa". El presidente Reagan protagonizó otra operación, con evidentes similitudes con la guerra de Gila. Se trata de la invasión de la isla de Granada (1983).

Los americanos querían sacarse la espina de Vietnam. La construcción de una gran pista de aterrizaje en la minúscula isla caribeña y la toma del poder por un partido microcomunista les vino como anillo al dedo. La Operación Exceso de Medios , como la bautizan los autores del libro, duró más de lo deseado pese al desmesurado despliegue de fuerzas . Las razones: "La combinación de una casi completa falta de información, una escasez de mapas exactos actualizados de la isla y la marabunta de la rivalidad entre los servicios parecía destinada a garantizar los vacíos de comunicación, los errores y las meteduras de pata". El resultado: una bochornosa intervención que debería haber sonrojado a Reagan, pero que sirvió para impulsar una campaña de orgullo patrio.