El actor protagoniza junto a Asier Hormaza ´La huella´, de Anthony Schaffer, una intriga policiaca que enfrenta a dos personajes en escena. Hoy, en el teatro Alkázar de Plasencia

Un escritor de novelas de intrigas y fanático jugador, y un expeluquero, propietario de una cadena de salones de belleza. Dos personajes ajenos entre sí que coinciden una tarde en casa del novelista.

Como en tantas obras de intriga, en La huella nada es lo que parece. "Es un juego de inteligencia, una comedia policiaca entretenida, de éxito en el mundo", afirma Manuel Galiana. El actor protagoniza junto a Asier Hormaza esta pieza teatral que abre hoy viernes la temporada del teatro Alkázar en Plasencia.

-- La huella parece una obra fundamentalmente de personajes.

--Bueno, todas las obras lo son. Pero sí, plantea un duelo entre actores, un juego que el público irá descubriendo a medida que se desarrolla ante él.

--Hace unas semanas firmó, junto a gentes de diversos sectores profesionales, un manifiesto contra la reforma laboral que se publicó en los periódicos.

--Era una forma de protesta ante hechos que considero perjudiciales y planteaba medidas para salir de la crisis. Creo que en estos momentos cada cual tiene que aportar su granito de arena. Ya veremos si a partir de esta huelga se rectifica o no esa reforma o al Gobierno se le ocurren otras medidas.

--¿Hubiera hecho huelga el miércoles si hubiera habido función?

--Pues no sé. Creo que no. Apoyo las movilizaciones, pero no estoy muy de acuerdo con que este sea el momento oportuno. Debieron llevarse a cabo cuando el Gobierno anunció la reforma, no ahora cuando ya está aprobada.

--¿Cómo afecta esta reforma a los actores?

--Como a todos los individuos. Pero el actor, por naturaleza, está desprotegido; es algo que forma parte de la idiosincrasia de la profesión.

--Por su trayectoria usted parece más protegido que otros actores.

--Sí, lo estoy. No me puedo quejar, porque el teatro ha sido generoso conmigo y he enlazado un proyecto tras otro. Pero creo que hay demasiados grupos de teatro, demasiada gente que quiere ser artista. Somos muchos y puede que haya más paro, aunque esto ocurre en otras profesiones.

--Ahora tiene más estabilidad trabajando para una compañía como Txalo, responsable de La huella , y con la que trabajó anteriormente en Desnudos en Central Park .

--Nunca he encontrado la estabilidad, ni he permanecido fijo en ninguna compañía. Con esta he trabajado en esas dos ocasiones, como he hecho con otras. Es una casualidad que repita. Ahora hago La huella y lo próximo será un trabajo para el Centro Dramático Nacional.

--¿Y cómo repercute esta crisis en la profesión?

--Quizá se haga menos teatro por falta de dinero, a causa del recorte en los presupuestos culturales. Ya se tarda en cobrar de las administraciones, así que... Pero el teatro encontrará modos de subsistir. De todas formas, la crisis que peor se llevaría sería la del público. Sin embargo, nos encontramos los teatros llenos en todo el país. Contamos con el favor del público... hasta ahora.