El escritor Jorge Martínez Reverte viaja de nuevo a la España de la Guerra Civil con Triple agente , una obra de espías, que aborda el significado de la lealtad para un autor que se define como "militante contra el papanatismo de la memoria histórica".

Ante esta definición Reverte explicó en una entrevista con Efe: "Nunca seré partidario de enterrar la memoria, pero ahora hay un tipo de militancia que quiere convertir este país en una especie de parque temático de la memoria. Estoy a favor de que se conozcan las cosas que pasaron, pero todas", subrayó.

Con documentación recopilada durante varios años para títulos como La caída de Cataluña , Soldado de poca fortuna o La batalla del Ebro , Reverte narra en Triple agente (Espasa) la historia de Mariano Fernández, un periodistilla que, en un momento de la Guerra Civil en que todavía no está decidido qué bando resultará victorioso, se ve forzado a trabajar como espía para el bando nacional y colaborar con los nazis afincados en España.

Personajes históricos como el agente doble británico Kim Philby, y otros inventados por Reverte, se encuentran en una trama en la que verdad y apariencia se confunden, y en la que no falta una historia de amor paralela.

"Los espías fueron personajes comunes de la Guerra Civil española; también los hubo en la postguerra y probablemente los hay ahora", apuntó el autor, quien sólo publica aquellas obras con las que se siente completamente a gusto y que no pretende "vivir de la escritura".

Reverte, que no se figura a qué tipo de público puede gustar Triple agente , ha escrito el libro que a él le gustaría leer, por lo que se mostró bastante orgulloso del resultado: "Cada vez me exijo más escribiendo, necesito que las novelas tengan ritmo y, sobre todo, que los personajes estén vivos", indicó.

Durante la fase de construcción de sus personajes, el autor necesita encontrar "ese algo que dé vida a la trama" y enamorarse de sus personajes -especialmente de las mujeres-, según confesó.

Al ser una trama con un telón de fondo histórico, la obra planteó durante su proceso de escritura algún problema de tipo técnico, "como el encajar algunas partes en determinadas fechas o hechos reales"; un obstáculo que cree haber resuelto de modo "más o menos airoso" ya que, "cuando te crees a tu personajes, todo funciona". La investigación histórica llevada a cabo los últimos años para otros títulos le ha mostrado una realidad de la Guerra Civil en la que hubo "de todo menos grandeza o belleza, solo existió la miseria, el hambre y el dolor".