Una gabardina, tabaco, alcohol, desencanto y un inquebrantable código moral, que no necesariamente coincide con el de la sociedad, son los atributos con los que Dashiell Hammett, de cuya muerte se cumplen 50 años, vistió al detective Sam Spade en El halcón maltés e inventó de paso la novela negra. El 10 de enero de 1961, Hammett moría en su Estados Unidos natal.

En su haber tenía dos guerras, un valiente compromiso con la izquierda política a pesar de su paso por la mítica agencia de detectives Pinkerton y una mala salud de hierro macerada en alcohol.

Su legado que va mucho más allá de El Halcón Maltés : creó al "agente de la Continental", protagonista de Cosecha roja y de varios relatos, a la pareja formada por Nick y Nora Charles (El hombre delgado ) y al detective Ned Beaumont de La llave de cristal .

"En cambio, Hammett, con Sam Spade, inventó un detective solitario, desengañado. Le metió músculo a la novela policiaca y la convirtió en un testimonio social", afirma el escritor David Torres, premio Dashiell Hammett en el 2008.