El viernes lo arrestaron por conducir ebrio, el sábado se disculpó mientras las autoridades investigaban si recibió trato de favor, y el lunes Mel Gibson anunció su entrada en un programa de rehabilitación. El escándalo ha corrido como la pólvora en los medios, que han publicado los insultos antisemitas y el violento comportamiento del actor en comisaría. Pero en Hollywood a pocos ha sorprendido su caída. Walt Disney ha anunciado que la ABC no producirá la serie sobre el Holocausto junto al actor. "Es como pedir a alguien asociado con el Ku Klux Klan que haga un filme sobre afroamericanos", dice el rabino Marvin Hier. N. S.