Enfundada en un ajustado y brillante vestido negro, con un sensual escote, el pelo recogido y sus deslumbrantes 48 años, apareció Melanie Griffith sobre el escenario del City Center de Nueva York para promocionar la tierra del flamenco. "Me encanta Andalucía. Es mi segundo hogar", empezó diciendo la actriz en español frente a los 2.300 invitados que llenaban el teatro. Y cambió al inglés para explicar que su marido, Antonio Banderas, es de Málaga, que su hija Stella del Carmen nació allí y que Andalucía es uno de los lugares más hermosos del mundo.

"Tienen que visitarlo y, si van a Málaga, les invito a comer a mi casa", bromeó Griffith, acompañada por el consejero de Turismo andaluz, Paulino Plata. Allí estaba también el hermano de Banderas, Javier, que el martes la escoltó en la representación del Ballet Flamenco de Andalucía, dirigido por Cristina Hoyos. Una gala que forma parte de la campaña de esta comunidad en Nueva York y Boston, en la que la Junta se gastará 1,4 millones para vender las bondades turísticas bajo el lema An andalusian affair .

Griffith saludó a Cristina Hoyos en el camerino, pero se negó a hablar con la prensa. Así que el resto lo contó la bailaora. "Es muy simpática y me parece estupendo que promocione nuestra tierra", dijo sobre la actriz. "Me ha dicho que últimamente ve poco a su marido porque está terminando la película", añadió en referencia al segundo filme de Banderas como director, El camino de los ingleses.