Memorable concierto del músico estadounidense Bob Dylan anoche en Mérida en una actuación que tuvo lugar en la plaza de toros de San Albín, que albergó a 5.000 espectadores.

Dylan, que concluía en la ciudad extremeña su giras española, guió a su grupo como un auténtico director de orquesta, marcando los tiempos y alternando canciones country y de jazz blues con temas más eléctricos y rockeros y no dejando en ningún momento decaer la fiesta en la que se había convertido su presencia en Mérida.

El músico salió al escenario con su sombrero de ala ancha, sus pantalones de raya brillante y tocando de perfil los teclados. Algunas crónicas de otros conciertos dicen que no mira al público, pero en esta ocasión lo hizo en alguna ocasión, aunque no saludó ni agradeció los aplausos. A los espectadores se dirigió al final de la actuación, cuando le reclamaron un bis en el que interpretó dos canciones. En medio de ellas presentó a la banda, de aspecto mod .

Dylan se despidió con un tema mítico y uno de los mejores de la historia del rock Like rolling stone , que fue coreado por todos. Al terminar, y al estilo de los actores de teatro, el músico y su banda dijeron adiós unidos.

La actuación terminó sobre las once de la noche, media hora más tarde de lo pactado, más que nada para que no coincidiera con la obra de teatro Las Troyanas , que se representaba en el teatro romano.

El concierto de Dylan comenzó a las 21.10 horas, aún de día y con el sol sobre la plaza, pero con un tiempo excelente.

Los temas que interpretó fueron variados. Muchos eran de su último disco, Modern Times , y otros, los menos, un repaso de sus éxitos, difícil de captar al principio. En algunos momentos a Dylan le falló la voz y permaneció todo el tiempo a los teclados. Solo una vez deleitó al público con la armónica. La guitarra ni la tocó, a pesar de que algún sector del público se lo pidió.

Sobrio

La actuación comenzó con los acordes de Rainy day woman , ante un público que se entregó desde el principio y que no paró corear la letra de éste y otros temas del cantante de Minnesota, autor de canciones mundialmente conocidas como Lady Lay Lady" .

El público que asistió al concierto era muy variopinto, con mucha gente joven, aunque ganaban los de cuarenta para arriba. Apenas se utilizó la luz. El escenario, de unos 18 metros de alto, era sobrio, decorado con simples telas negras. Cuando se hizo la noche, débiles luces amarillas iluminaban el grupo.

También asistieron autoridades a este evento, como la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, o el alcalde de Mérida, Angel Calle.

La organización del concierto estuvo bien, y aunque no permitieron la entrada de las cámaras de televisión ni de los fotógrafos, en el interior cientos de personas tomaron todas las instantáneas que quisieron y grabaron los temas que les gustaron.