El Festival de Teatro Clásico de Mérida afronta su 51 edición con un presupuesto de 2,3 millones y un programa que, tras una exitosa quincuagésima edición, busca demostrar que su calidad "está por encima de cumpleaños y efemérides" y que los "clásicos no son sinónimo de aburrimiento".

El director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), José Antonio Campos, el consejero de Cultura de Extremadura, Francisco Muñoz, el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, y el director del festival, Jorge Márquez, presentaron ayer en la sede del Ministerio de Cultura la programación de esta edición, acompañados de algunos de sus protagonistas.

Tras la 50 edición, que registró 70.000 espectadores, el festival reflexiona de nuevo sobre los clásicos, sobre si estas propuestas siguen siendo válidas y nos hablan en un lenguaje de hoy: "la misma historia de siempre, contada en otra época y desde otras latitudes", dijo el director, quien el contenido previsto conserva la misma estructura del programa del 2004.

Su objetivo es que "los clásicos no sean sinónimo de aburrimiento", y el reto es buscar "calidad con popularidad", apostando con "riesgo".

Entre los montajes, está uno de La Fura dels Baus, que abrirá la programación con la Orquesta de Extremadura del 30 de junio al 2 de julio con Organo de Luz. Concierto dramatizado sobre el mito de Prometeo" .

El músico balcánico Goran Bregovic sonará el 6 de julio como referente de la zona donde nació la cultura clásica, mientras que Mario Gas dirigirá los 14, 15, 16, 17, 21, 22, 23 y 24 de julio A Electra le sienta bien el luto .