El cineasta Michael Moore ha decidido que su último documental, Sicko, llegue a las salas de Nueva York el próximo viernes, una semana antes de la fecha inicial de su estreno, debido a las expectativas que el filme ha generado en EEUU, según informa The New York Times en su página web.

Moore, galardonado con un Oscar en el 2003 con Bowling for Columbine, ha adelantado solo para el público neoyorquino la fecha del estreno de su último filme sobre el sistema sanitario estadounidense, que en principio iba a llegar a todas las pantallas del país el 29 de junio.

La productora de la cinta, Weinstein Company, ha anunciado esta decisión en medio de la polémica por la investigación que el Departamento del Tesoro realiza sobre el viaje que Moore realizó a Cuba para filmar parte del filme y después de que el sitio de vídeos por internet Youtube eliminara una versión pirata de la cinta.

Nueva York, donde el director de Farenheit 9/11 goza de buena imagen, se convertirá así en el lugar del estreno oficial en Estados Unidos de una cinta que cuenta con un presupuesto de nueve millones de dólares y que se podrá ver en una sala del alto Manhattan. Esta será la avanzadilla que ofrecerá Sicko antes de su proyección en más de 250 cines de todo Estados Unidos el 29 de junio.

El Tesoro investiga al director

La película, presentada en el pasado Festival de Cannes, ha dado ya mucho de que hablar, sobre todo después de que el Departamento del Tesoro comunicara que iba a someter a Moore a una investigación por haber viajado a Cuba junto a tres afectados por los atentados del 11-S para rodar unos fragmentos de la película.

Moore ha manifestado en numerosas ocasiones su preocupación porque la película no llegara a estrenarse como efecto de las acusaciones del Departamento del Tesoro, por lo que, incluso, ha confirmado que una copia de la cinta maestra deSicko se encuentra bajo buen recaudo en Canadá.

El cineasta, que la semana pasada se mostró "preparado" para afrontar una batalla legal contra el gobierno de George Bush si éste sigue adelante con la investigación sobre el viaje, se ha defendido de las acusaciones del Departamento del Tesoro esgrimiendo el derecho a la libertad de información.

Por el momento, la película ha podido ser vista en los casi 30 pases para la prensa en diferentes puntos del país como San Francisco, Los Ángeles, Boston o Philadelphia, donde los críticos se han dividido entre acérrimos críticos y fervientes seguidores.