El actor británico Michael York, que anoche interpretó junto a Susannah York en el teatro romano una lectura de William Shakespeare en la clausura del Festival de Mérida, reconoció que ser actor es una profesión entretenida e importante, ya que, a su juicio, enseña a las personas cómo es el mundo y la naturaleza del ser humano.

York (Buckinghamshire, 1942), en una entrevista previa a la gala, indicó que los actores muestran también la naturaleza de las guerras o el amor y las relaciones entre padres e hijos, algo que, en su opinión, no ha cambiado con el paso de años ni cambiarán.

El consagrado actor, que visita por primera vez Mérida, pero no Extremadura, aseguró que Susannah York, no es su hermana sino amiga y compañera de trabajo a pesar de que todo el mundo piense que además del apellido, tienen rasgos físicos similares.

Hablando sobre el texto que anoche interpretó junto a su compañera, centrado en el amor y la pasión, York manifestó que en la vida real nunca se debe anteponer el amor por encima de las cosas, sino que debe ser algo trascendente.

Satisfecho y emocionado destacó que es un privilegio pisar un escenario como el teatro romano de Mérida, en el que han actuado actores de un "gran calibre artístico" en los últimos 75 años.

Por ello, se mostró dispuesto a interpretar en el futuro un papel "interesante y emotivo" en este marco, bien sea de una obra moderna o clásica, y agregó que "si es del entrañable Shakespeare, mejor". Asimismo, consideró que el teatro romano sería un escenario idóneo para grabar una película histórica de carácter internacional, en la que él estaría dispuesto a participar.

Lo que más le apasiona del teatro, según ha dicho el polifacético actor británico, es la respuesta inmediata del público, mientras que el cine es "un riesgo y una incertidumbre constante", aunque ofrece la posibilidad para él maravillosa de viajar y conocer diferentes lugares del mundo.

Interesado en compartir cartel con Javier Bardem en un filme de Almodóvar, York se centrará en los próximos meses en la presentación de un documental del Papa Juan Pablo II, cuyo estreno se prevé en octubre en el Vaticano con la presencia de Benedicto XVI.