Miguel Bosé (Panamá, 1956) son dos personas. Miguel, un entrañable y hogareño padre de familia; y Bosé, un ser adicto a las giras que no aparece mucho por casa. Los dos se sientan frente a EL PERIÓDICO para contestar preguntas. Recorre el país con la Estaré, y en esta solo aparecerá el segundo: Bosé, la banda sonora de cuatro generaciones, el artista superventas con 17 discos de estudio a sus espaldas, el hombre que el año pasado recibió la Medalla Internacional de las Artes.

-En una ocasión explicó que las giras «acaban contigo».

-No, no. Jamás he dicho eso. Soy un adicto a las giras. Lo que sí es cierto es que durante los conciertos retienes tensiones, fiebres y enfermedades. Cuando se acaba la gira, sueltas amarras y sale todo, incluido el cansancio.

-Uno se tiene que cuidar mucho, sobre todo si son tan extensas como ‘Estaré’, con la que se está recorriendo el mundo y que empezó en febrero en México.

-Sí. Y la mejor manera de hacerlo es dormir. Hay que dormir lo máximo siempre que puedas.

-Miguel Bosé es la banda sonora de cuatro generaciones.

-La música se hace y le llega a quien le llega. Pero la música, por lo menos la que yo hago, que es un pop con raíces italianas fabricado con ordenadores, siempre implica buscar cosas nuevas. En mis conciertos veo gente de 12 años y de 65.

-Eso le tiene que hacer una especial ilusión.

-Claro. También es verdad que mucha música se trasmite en casa, de generación en generación. Lo que tus padres escuchan a ti te termina gustando. Y eso marca para los lustros siguientes.

-La nota de prensa de su último disco, ‘Bosé MTV Unplugged’, afirma que «con Miguel Bosé nunca hay que dar nada por sentado». ¿Por qué?

-Porque nunca me repito. Cuando ya he hecho una cosa, paso a investigar otra. Cuando voy a realizar un nuevo trabajo, la gente no sabe por dónde voy a tirar. Es un proceso muy íntimo y apartado. Pero mi público sabe que habrá, tanto en los discos como en los conciertos, aportaciones que darán mucha frescura. No me gusta repetirme. Cuando hago promoción, jamás contesto a los periodistas de la misma manera.

-Padece el síndrome del alumno que jamás está satisfecho.

-Es que hay tanto por descubrir, tanto por hacer. En música cada semana aparecen sonidos nuevos, programas nuevos, frecuencias nuevas, mezclas nuevas…

- ‘Estaré’, título de una de las canciones de ‘Bosé MTV Unplugged’ dedicada a sus cuatro hijos. ¿Cómo lleva la conciliación?

-Soy padre y madre. Padre soltero y madre soltera. ¿La conciliación? Pues es una cuestión de agenda y de equipos. Yo me he ido a vivir a Panamá porque si no a mis hijos no los habría visto jamás en la vida, me habría perdido su crecimiento. La mayor parte de mi trabajo está en América, así que Panamá es un lugar fácil para coger un avión y volver a casa después de una gira o un concierto.

-Miguel es un padre de familia hogareño, que lee, cocina, le gusta el huerto y la familia. Bosé es un desmadre que apenas pasa por casa. Vaya bipolaridad. ¿Quién le tira más de los dos?

-Cuando estoy en casa y soy consciente de que en breve me tengo que marchar para dar conciertos, no me quiero ir. Siempre estoy agarrado el teléfono para cancelarlo todo. No quiero salir de casa, no quiero irme. Quiero quedarme con mis hijos, con Miguel, con mi perfil bajo. Pero luego, como soy suizo -metódico, disciplinado y responsable- abro la puerta y salgo a la calle.