La adaptación del repertorio de King más ambiciosa (y conseguida) rodada durante este siglo, con permiso de La niebla de Darabont. John Cusack, cuando todavía no decía sí a todo, era Mike Enslin, escritor de libros sobre fenómenos paranormales que acaba atrapado en la misteriosa habitación 1408 de un hotel de Nueva York. Con guion escrito en parte por los grandes Scott Alexander y Larry Karaszewski y sólida dirección de Mikael Håfström, consigue inquietar, sorprender e incluso (ese final) helar la sangre.