Después de que el teniente coronel J. Todd Breasseale regresara de Irak, sus jefes en el Pentágono estadounidense le asignaron otra misión: ocupar una oficina en Wilshire Boulevard, a un paso de los grandes estudios de Hollywood, que él mismo ha decorado con carteles de películas, desde Patton a La guerra de los mundos .

Su mesa está repleta de guiones con el sello "confidencial". Breasseale debe leerlos para decidir los filmes que recibirán ayuda del Ejército. "Es importante contar la historia completa, y no solo la del veterano loco que Hollywood creó en los años 80", dice a Los Angeles Times. El Pentágono ha visto a veteranos de Vietnam psicológicamente destrozados en filmes como Apocalypse Now o Nacido el 4 de julio . Y la tarea de Breasseale es convencer a la nueva generación de cineastas para que no repitan la experiencia con Irak.

La relación del Ejército con los estudios viene de lejos, desde que colaboraron con aviones y pilotos en Wings, ganadora del primer Oscar a la mejor película en 1927. Con su ayuda, los cineastas tienen acceso a bases, barcos, tanques y aviones, además de asesorar a los guionistas. Uno de los últimos ejemplos es Iron Man . Pero lo que realmente quieren en las altas esferas es hacer filmes que cambien la mentalidad del público sobre Irak y sobre quienes han luchado allí.

El problema es que cineastas como Paul Haggis, director de En el valle de Elah , ven más al Pentágono como una fuente de censura que de ayuda. "No les interesa contar historias honestas. Solo quieren imponer su punto de vista, pero eso no significa que sea verdad", señala el director, que contó con Tommy Lee Jones como el padre que busca a su hijo recién llegado del país árabe en esta historia real.

Haggis pidió ayuda al Ejército. Le devolvieron el guión con 21 páginas de objeciones y se negaron a participar. "No fueron razonables y yo no trabajo para hacerles publicidad, sino para contar la verdad". Los militares niegan la censura y "únicamente" piden cambios o declinan la invitación si creen que no están bien representados como en Redacted , de Brian De Palma, que versaba sobre los soldados que violaron a una niña iraquí y después la mataron junto a su familia. "Parece que todos somos criminales. Me ofendió", subraya Breasseale, que sí ha ayudado a Tim Robbins en The Lucky Ones .