¡Ah, el verano! Esa época del año marcada por días largos, ropa corta, pieles expuestas al melanoma... y películas dispuestas a reventar la taquilla. Cierto, actualmente cualquier época es buena para estrenar un blockbuster; pero es a partir de ahora cuando, haya o no fútbol, los ruidosos actioners, los monstruos abisales y las comedias descerebradas llegarán a la cartelera a razón de al menos uno por semana. A continuación, un repaso de los estrenos más destacados de las próximas semanas, no sin antes destacar que los amante del cine de autor que no quieran renunciar del todo a la pantalla grande tienen alguna que otra opción en Filmin. En No te preocupes, no llegará lejos a pie (6 julio), Gus van Sant narra el periplo del caricaturista parapléjico John Callahan, que construyó su éxito sobre el humor negro,y, en Happy End (20 julio), el austriaco Michael Haneke se adentra en una familia de ricos industriales franceses para atacar la podredumbre moral de la clase burguesa.

ACCIÓN Y DESTRUCCIÓN

Tom Cruise y otros salvadores del mundo

De entrada se impone una aclaración: no, pese a que sus atributos físicos sin duda se lo permitirían, en El rascacielos (estreno 13 de julio) Dwayne Johnson no da vida al personaje del título. En realidad, el actor encarna al héroe encargado de salvar el edificio más alto del mundo y a quienes se encuentran dentro de él –entre ellos, a su propia familia– de un grupo de terroristas, de un incendio y de un amplio catálogo de amenazas. Su cometido, dicho de otro modo, es que se noten lo menos posible los parecidos de su película con El coloso en llamas (1974) y con La jungla de cristal (1988).

En defensa de Johnson hay que decir que su película es poco original, pero al menos no es una secuela, y eso es algo que pocos actores pueden decir. Incluso Denzel Washington, por primera vez en su carrera, protagoniza una: The Equalizer 2 (17 agosto), en la que vuelve a dar vida a un exagente de la CIA especialmente dotado para el reparto de estopa. Lo cierto es que, de todas las películas que Washington ha hecho en su vida, The Equalizer es quizá de las que menos nos apetecía ver continuación, pero en fin. Algo parecido puede decirse de Sicario: El día del soldado (29 de junio), en la que Benicio del Toro y Josh Brolin recurren a métodos mucho más expeditivos que los exhibidos en Sicario (2015) en su guerra contra el narcotráfico. ¿Realmente había necesidad?

Y puestos a hacer preguntas tontas, aquí va una sobre Ant-Man y la Avispa (4 julio), la tercera película que Marvel estrena en lo que va de año: ¿es que el cine de superhéroes no tiene fondo? Y otra más sobre Tom Cruise: ¿cómo lo hace? Días después de cumplir 56 años, podremos verlo en Misión Imposible: Fallout (27 julio) lanzándose desde helicópteros, cayendo de montañas y saltando entre edificios. La respuesta, eso sí, es muy sencilla. Cruise nació para esto y seguirá haciéndolo incluso después de que el resto de los mortales hayamos muerto y hayamos sido devorados por las alimañas. Solo una duda: ¿por qué siguen considerándolas misiones imposibles si está claro que para él son pan comido?

EL FEMINISMO POR BANDERA

Ladronas, payasas y luchadoras

¿Quién habría podido imaginar que la saga Ocean’s, en su día un surtidor de testosterona, acabaría convertida en bandera del movimiento MeToo? En su cuarta entrega, Ocean’s Eight (6 julio), George Clooney, Brad Pitt y el resto de bigardos han sido reemplazados por un imponente reparto de actrices –Sandra Bullock, Cate Blanchett, Anne Hathaway, Rihanna– igualmente eficaces haciendo que el atraco más enrevesado parezca coser y cantar.

No es la única película del verano que intentará hacer caja vendiendo empoderamiento de la mujer. En El espía que me plantó (17 agosto), Mila Kunis y Kate McKinnon demostrarán que ellas pueden ser tan payasas y tan efectivas pateando traseros como ellos; Mary Shelley (13 julio) se acercará a la figura de la célebre autora y reconfigurará el proceso de creación de su obra maestra, Frankenstein –las circunstancias, es cierto, fueron insólitas–, a la manera de un acto de heroicidad feminista; y también Mamma Mia! Una y otra vez (20 julio) ofrecerá una historia dirigida sobre todo al público femenino aunque, eso sí, en su caso el objetivo no es reivindicar una causa, sino incluir en su banda sonora todas las canciones de ABBA que no cupieron en la de Mamma Mia (2008).

PARA NIÑOS, Y NO TANTO

Fútbol, misterios y, ejem, pedos

La batalla por la igualdad de género iniciada en Hollywood tras salir a la luz los abusos de Harvey Weinstein ha tenido su eco hasta en el cine infantil. La nueva de Pixar, Los increíbles 2, toma la premisa de Los increíbles (2004) –las dificultades que afrontan los cinco miembros de la familia Parr para compaginar su condición de superhéroes con sus problemas domésticos– y la adapta al zeitgeist: en esta ocasión es la matriarca quien se encarga de salvar el mundo, mientras su marido permanece en casa peleando con pañales llenos de cacas y hormonas adolescentes.

Es cierto, por otra parte, que no todos los estrenos para niños de las próximas semanas se toman las mismas molestias en educar a su público. Tanto Los futbolísimos (24 agosto), del aragonés Miguel Ángel Lamata, como Hotel Transilvania 3 (13 julio) parecen conformarse con hacer que los chavales pasen el rato. Basada en la saga literaria homónima creada por Roberto Santiago, la primera podría describirse como una mezcla de balompié y misterios o, en otras palabras, de Campeones y Los cinco. La segunda cinta –si sus dos predecesoras le sirven de modelo– promete intentar lograr su objetivo echando mano de slapstick rudimentario y chistes de pedos.

Este último, qué duda cabe, es un método dudoso, pero más seguro a la hora de entretener al crío que el de Christopher Robin (31 agosto): aunque protagonizada por los personajes de Winnie the Pooh, y por tanto poblada de peluches parlanchines generados por ordenador, ante todo es la historia de un hombre de negocios (Ewan McGregor) sumido en una depresión. ¿Y qué clase de niño querría ver algo así?

CRIATURAS MONSTRUOSAS

Asesinos, demonios y un tiburón prehistórico

A los adultos, en cambio, nos encanta ir al cine a pasarlo mal. De hecho, ese es uno de los principales motivos del éxito atesorado en los últimos años por La noche de las bestias. Basada en una premisa francamente intrigante –una América futura en la que, una noche al año, el crimen es legal–, la saga se ha servido de trucos propios del cine de terror para reflexionar sobre el clasismo, el sexismo, el racismo y algunos otros de los peores ismos. Su cuarta entrega, la precuela La primera purga (6 julio), tratará de explicar cómo el mundo llegó a tal estado de depravación.

Está claro que ningún monstruo es tan peligroso como el ser humano. Sin embargo, algunos de los que pasarán este verano por la cartelera no se quedan cortos. Ahí están el tiburón prehistórico de 20 metros de longitud al que Jason Statham se enfrenta en Megalodón (10 agosto), o los mortíferos alienígenas con rastas que llegan a la Tierra a bordo del Predator (14 septiembre). Y ahí está también el protagonista de Slender Man (24 agosto), un demonio sin cara que secuestra niños y que llega a los cines envuelto de leyenda negra: surgido en internet en forma de meme, en el 2014 el personaje inspiró a dos colegialas a intentar asesinar a una compañera de clase.