El diestro José Antonio Morante "Morante de la Puebla" ha cortado la temporada sorpresiva e inesperadamente, según su representante, José Miguel Carvajal, que a primera hora de la tarde de hoy reunió a los miembros de la cuadrilla para anunciarles que el torero de la Puebla "ha decidido tomarse un descanso".

Aunque al hilo de este anuncio se han hecho inmediatamente muchas conjeturas en torno a una posible recaída en la depresión que ya le llevó a retirarse en 2004, sin embargo, tanto su mozo de espadas y primo, Juan Carlos Morante, como el banderillero Antonio Jiménez "Lili", que lleva con él catorce años, coinciden en asegurar que "el torero no está enfermo, la decisión la ha tomado por otros motivos".

"Morante" ya se había retirado de los ruedos el 17 de abril de 2004, a los seis días de actuar en solitario en Las Ventas el Domingo de Resurrección.

Tras haber permanecido por un tiempo en Estados Unidos, donde recibió tratamiento psiquiátrico, regresó a los ruedos en la temporada 2005, toreando su primera corrida el 5 de marzo en Olivenza (Badajoz). Ese año actuó en 52 corridas.

Este año, apoderado por el veterano diestro Rafael de Paula hasta hace nueve días, en que rompieron sus relaciones profesionales, "Morante" había actuado en 17 festejos, algunos con notables éxitos, como los que cosechó en la feria de Sevilla y en la Corrida de la Beneficencia de Madrid, el pasado 6 de junio, en la que hizo el paseíllo en solitario y cediendo sus honorarios a una causa benéfica que determinará la Comunidad de Madrid.

A las dos horas de conocerse la noticia de esta determinación de dejar de torear, "Morante" ha emitido un comunicado de prensa en el que confirma que corta la temporada y pide disculpas por "no poder explicar en estos momentos con absoluta claridad los sentimientos y motivos que me han obligado a tomar esta decisión".

El diestro se quiere disculpar asimismo "con mi afición y con las empresas que con su esfuerzo habían contado conmigo para sus plazas, pero también pido comprensión ante una decisión tan difícil para mí". Una decisión tomada "en un momento de confusión y desaliento", pero que ha sido "meditada y obligada".-