Ya es un clásico. Enrique Morente amalgama una vez más en un proyecto todo un caudal desbordante de creatividad. Como en otras ocasiones, desdobla la idea inicial hasta límites insospechados. Hoy saca a la venta el disco Sueña la Alhambra ; el 24 de octubre se estrenará en Valencia un documental con el mismo título en torno a su figura, y el día 28, actuará también allí junto al transgresor grupo Sonic Youth.

"Concebí el disco como una banda sonora, pero al hacerlo cobró vida propia", cuenta el cantaor desde su casa en lo alto del barrio granadino del Albaicín. Desde allí se ve la Alhambra, esa que sueña según el título de la cinta que sobre él ha dirigido José Sánchez-Montes. "La idea surgió en una conversación en un bar. La verdad es que casi todos los proyectos que he emprendido nacieron entre copas". En el filme aparece junto a otras celebridades internacionales, algunas reflejadas en el disco, como dos piezas en las que interviene el gran Pat Metheny. Y por supuesto, su hija Estrella: "Mucha gente me conoce sólo por ser su padre. Y yo, encantado".

CURA DE HUMILDAD Pero no le faltan adoradores en los ambientes flamencos e intelectuales. "Cuando salgo, suelo ir a sitios donde todo eso les da igual, así me dejan un poquito tranquilo". Para un mito viviente, ver la Alhambra cada día al levantarse es una cura de humildad. "Te das cuenta de que sigues siendo una hormiguita, aunque te acostumbras a verla, cambiando según la luz del día o la estación. Cuando nieva mucho, parece un terrón de azúcar", subraya.

En su ya penúltimo trabajo dedicaba una canción a Lula da Silva. ¿Volvería a hacerlo hoy? "Es muy difícil ser un héroe en Latinoamérica tal como están las cosas, pero quiero seguir pensando que él no está metido en actos de corrupción ni nada similar". Y confía del mismo modo en el talante utópico del actual presidente español: "Aunque personalmente no le conozco, Zapatero me parece un gran hombre". Que nadie se asuste, no pretende seguir los pasos de El Lebrijano en La Bodeguilla. "No suelo alternar con políticos, ni pido subvenciones ni favores. Yo me entrego a lo mío y no me apetece que me mantengan", dice.

La conversación telefónica se interrumpe. "Perdona un momento, acaba de llegar el mismísimo Rafael Riqueni". Viene para ensayar otro proyecto en el que anda embarcado: el espectáculo Estrella 1922 en el cual, del 6 al 9 de octubre, su hija evocará tiempos pretéritos.

Sueña la Alhambra también es una prueba de otra de las constantes en su carrera, la adaptación de poemas y textos literarios. En este caso, aparecen textos de María Zambrano, de Luis Cernuda, San Juan de la Cruz, de Horacio Ferrer y Astor Piazzola y Cervantes, informa Efe.

"Soy muy exigente con las letras, un cantaor que se precie debe serlo, debe distinguir entre un verso auténtico y uno postizo", asegura Morente, quien descubrió "el arte de la poesía" a través de "amigos que tenían más cultura que yo y que me invitaban a leer".

Pero por los diez temas de este CD circulan otras sorpresas, como los sonidos del agua del monumento nazarí o el piar de unos supuestos pájaros, que en realidad son la voz de su hija.