Las represalias por el caso Litvinenko han alcanzado al mundo del arte. Desde Rusia: obras maestras de la pintura rusa y francesa. 1870-1925 debía ser la gran exposición con la que Londres inaugurara el 2008. Dos años llevaba la Royal Academy preparando la muestra de 120 grandes obras, que debía abrirse al público el 26 de enero. Con miles de entradas vendidas y todo a punto para colgar las obras de Matisse, como La danza , Van Gogh, Picasso, Cézanne, Monet, IIya Repin y Renoir, de varios museos rusos, las autoridades de Moscú decidieron ayer cancelar el préstamo.

La versión oficial de la Agencia Federal de Cultura y Cinematografía ha sido la falta de garantías sobre la devolución de las obras, cuya protección legal el Gobierno británico no ha asegurado suficientemente.

Algunas de las pinturas fueron requisadas por las autoridades rusas a propietarios privados tras la revolución bolchevique de 1917 y sus herederos podrían tratar de recuperar los cuadros en los tribunales. Las razones dadas en una carta este mes por el ministro británico de Cultura, James Purcel, asegurando a Rusia que las piezas están protegidas por la Ley de Inmunidad del Estado, han sido inútiles.

"El Gobierno ha hecho todo lo posible para facilitar que la exposición siguiera adelante, incluido el haber dado completas garantías de que los trabajos serán protegidos de un requisamiento. También hemos asegurado las pinturas con 1.250 millones de euros, contra robos o daños", según un comunicado.

La colección no ha tenido sin embargo problemas para ser exhibida Dusseldorf (Alemania), desde donde retornará al Hermitage de St. Petersburgo y al museo Puskin de Moscú. La cancelación coincide con la nueva guerra fría que enfrenta a las autoridades británicas, desde que el espía Litvinenko fuera asesinado con una sustancia radioactiva en Londres y las autoridades rusas se negaran a extraditar a Andrei Lugovoi, el presunto autor.