Hace un año, el tabloide inglés Daily Mirror mostraba a Kate Moss esnifando rayas de cocaína en unos estudios de grabación londinenses. Hoy, después de que muchos consideraran aquel hecho como el fin de su carrera, la top británica no solo ha superado aquel bache, sino que se ha convertido, con los más de 23 millones de euros que ha ingresado este año, en la modelo mejor pagada del mundo. Moss ha superado incluso a la brasileña Gisele Bundchen, que con los 10 millones de euros que cobró en el 2004 se coló en el Guinness .

Después de aquella portada titulada Cocaine Kate , tres grandes marcas --H&M, Burberry y Chanel-- decidieron finalizar su relación profesional con Moss. A la top se le vino el mundo encima cuando vio que tendría que prescindir de gran parte de los seis millones de euros que cobraba entonces. Pero en pocos meses la suerte se puso de su lado y, contra todo pronóstico, Moss, de 32 años, ha pasado a triplicar sus ingresos. Así que el escándalo, lejos de perjudicarle, ha supuesto una gran inyección a su carrera.

RECONCILIACION La omnipresencia de Moss, incrementada por su tortuosa relación con Pete Doherty, ha quedado patente durante estos meses. Además de su reconciliación con Burberry, la modelo ha lucido el palmito con Versace, Bulgari, Dior y Calvin Klein, entre muchas otras. Esta última le pagó más de dos millones de euros por una sesión fotográfica. Y las revistas Vogue y Vanity Fair han querido contar con ella para sus portadas.

La última aparición de Moss, que aprovecha al máximo este momento, ha sido una sugerente campaña con la firma de lencería Agent Provocateur. En ella, la modelo protagoniza cuatro cortos que se emitirán en la web de la marca y que han sido dirigidos por Mike Figgis, el director de la película Leaving Las Vegas . En el tercero, Moss, en ropa interior durante las cuatro piezas, se desnuda por completo.

Los que la dieron por perdida han tenido que rendirse a los encantos de una modelo que suma trabajos y euros a un ritmo imparable.