Un infarto cardiaco acabó ayer en la ciudad de Caen con la energética vida del escritor y cineasta francés Alain Robbe-Grillet. Gran pontífice del Nouveau roman , ese movimiento literario que en los año 50 quiso hacer tabla rasa del realismo imperante a base de radicales búsquedas formales --poco accesibles para el lector medio--, el escritor tenía 85 años. Además de sus novelas Las gomas y La celosía , piedras fundamentales de un movimiento que hoy queda para los manuales de literatura, el autor será recordado por haber firmado el intrincado guión de El año pasado en Marienbad , de Alain Resnais.

Hace cinco años, presentó en Barcelona su novela Reanudación , su primera obra de estricta ficción tras 20 años, y aprovechó la estancia para jactarse de su supervivencia frente a sus antiguos compañeros de filas: Samuel Beckett, Marguerite Duras o Nathalie Sarraute. "Soy un dinosaurio, pero todavía estoy bastante bien". Esa longevidad ayudó a que la Academia Francesa le nombrara académico en el 2004, aunque no llegó a tomar posesión formal de su cargo.

Un roman sentimental , último texto de este empedernido provocador y fetichista, fue la culminación de la querencia de Robbe-Grillet por el marqués de Sade, un catálogo de transgresiones sexuales que se vendía plastificado, a semejanza de las revistas pornográficas.