Antonio Gades, que el próximo mes de noviembre hubiera cumplido 68 años, falleció ayer en el hospital Gregorio Marañón, de Madrid, donde estaba ingresado a consecuencia de un cáncer que se le diagnosticó hace tres años. Hoy será incinerado en la más estricta intimidad, pues antes de morir expresó el deseo de que no se le realizara ningún tipo de acto fúnebre. Una fundación que llevará su nombre velará por el legado artístico del bailarín y coreógrafo, que en su larga e intensa carrera tuvo el reconocimiento internacional de sus compañeros de profesión y del público. A él, que compartió escenario con otra leyenda del baile, Rudolf Nureyev, le gustaba definirse como "trabajador del baile".

Antonio Esteve Ródenas, su nombre real, nació en Elda (Alicante) en unos años convulsos en España (acaba de comenzar la guerra civil), en una familia modesta que emigró a Madrid cuando el futuro bailarín tenía cinco años, siguiendo los pasos de su padre que se alistó como voluntario para defender a la Segunda República.

El artista fallecido mantuvo, en paralelo a su actividad profesional, un compromiso ideológico de izquierdas que le llevó a militar en el PCE.

Hace un mes y 13 días, Antonio Gades recibió de manos de Fidel Castro la Orden José Martí, la más alta distinción de Cuba, país que adoraba, para las figuras del arte y de la cultura.

Además de innumerables montajes de baile flamenco, Gades tuvo una estrecha relación con el mundo del cine, con títulos como Los Tarantos , Con el viento solano (1965) y Los días del pasado (1977). Con Carlos Saura intervino en Bodas de sangre , Carmen , El amor brujo , Flamenco .