El concepto actor secundario, aunque cierto, tiene algo de despectivo, ya que muchos de esos secundarios han dado no poco lustre a películas que sin ellos no serían lo que son. Quizá, más que secundarios, sea mejor denominarlos actores de carácter, porque eso, carácter, es lo que otorgaban con sus interpretaciones. Y de todos los actores de carácter del cine español, Manuel Alexandre, fallecido ayer en Madrid, a los 92 años, a consecuencia de un cáncer, era de los mejores y más representativos.

Su presencia, tan esencial como la de otro gran actor de carácter, Agustín González, ha recorrido seis décadas enteras de nuestro cine, desde Bienvenido, Míster Marshall (1952), su primer trabajo a las órdenes de Luis García Berlanga, hasta ¿Y tú quien eres? (2007), un filme de Antonio Mercero sobre el alzhéimer en el que compartió protagonismo absoluto junto a una de las otras grandes presencias de su generación, José Luis López Vázquez.

Alexandre nació en Madrid, en 1917, estudió en la escuela de Arte Dramático de la FAI, debutó en el Teatro Español --donde hoy se instalará su capilla ardiente-- hacia 1940, en la compañía dirigida por Mercedes Prendes y Guillermo Marín, y pasó al cine a finales de esa misma década. Puede que no tuviera la suerte de López Vázquez, que en los años 60 fue protagonista de varios filmes de Carlos Saura y pudo demostrar su faceta más dramática en Mi querida señorita . Y tampoco la de Alfredo Landa, que pudo dejar atrás las comedia retrogradas del landismo con las que se hizo famoso durante el franquismo al encarnar a un obrero concienciando en El puente , de Juan Antonio Bardem.

A Alexandre le faltaron oportunidades para ser actor principal --no le llegaron hasta el final de su carrera--, pero ello no le impidió forjar un estilo único y preciso, entre la comocidad suave, la ternura y el sarcasmo, a las órdenes de directores diversos y manifestando una profesionalidad admirable. Fernando Fernán Gómez fue uno de sus mejores amigos. Ya estuvo a sus órdenes en Manicomio (1952), la cinta con la que debutó tras la cámara, y repitió en El malvaro Carabel , La vida por delante , El mar y el tiempo o Fuera de juego , actuando también en la compañía que dirigía y Analía Gadé.

Maestro de actores, era de esos intérpretes discretos que se apoderaba de los planos en los que aparecía y empequeñecía, sin querer, a sus compañeros de reparto. La comedia negra de Berlanga no podría entenderse en toda su dimensión sin él, con sus apreciables apariciones en Calabuch , Los jueves milagro , Plácido o Tamaño natural . Bardem (en títulos clave como Cómicos y Muerte de un ciclista ), Pedro Lazaga, Jesús Franco, Sáenz de Heredia (en la influyente Historias de la televisión ), José María Forqué (en la gran comedia española de los 60, Atraco a las tres ), Mario Camus, Francisco Regueiro, José Luis Cuerda (lo ha definido como el último representante de una estirpe de actores excelentes) y Fernando Trueba, entre muchos, se beneficiaron de su sabiduría y ductilidad escénica.

Hizo también televisión, e Estudio 1 y series, sobre todo, Los ladrones van a la oficina . Uno de sus últimos trabajos fue en 20-N: los últimos días de Franco (2008).