El gran músico ruso Mstislav Rostropóvich, considerado el mejor violonchelista del siglo XX, falleció ayer en Moscú, tras una larga enfermedad y un mes después de celebrar su 80 cumpleaños. Premio Príncipe de Asturias en 1997 y académico de la Fundación Academia de Yuste de Extremadura en 1998, Rostropovich recibirá sepultura en el cementerio Novodévichie, donde descansan los rusos ilustres.

Pero antes tendrá lugar el velatorio en el Conservatorio de Moscú, donde inició sus estudios a los ocho años y se forjó su genio musical y donde hace tan sólo un mes 100 violonchelos sonaron en su honor en el día de su cumpleaños, en alusión a los 100 años que vida que le deseaban discípulos y admiradores.

Ya entonces, Rostropóvich apareció desmejorado y delgado. Acababa de salir del Centro Oncológico de Moscú, al que volvería el pasado 12 de abril y donde ayer falleció.

DISCIPULO Para Rostropóvich, hijo y sobrino de violonchelistas y continuador de la escuela de Pau Casals, escribieron obras compositores como Shostakovitsch, Prokófiev, Boulez, Cinestera, Halffter o Britten.

Los premios Stalin en 1951 y 1953, y Lenin en 1964, marcaron su brillante carrera en la música soviética, iniciada en 1940 con su primer concierto, el Nº 1 de Saint Sans, y que terminó abruptamente en 1974, cuando marchó al exilio.

No fue su genialidad musical la culpable, sino su amor por la justicia y la libertad lo que le llevó a defender al acosado Alexandr Solzhenitsin, futuro premio Nobel de Literatura, en una desafiante carta abierta al líder soviético Leonid Brezhnev enviada al diario Pravda .

Amigo personal de monarcas y estadistas, pero también convencido valedor de la gente sin voz, Rostropóvich era capaz de dejarlo todo y volar donde consideraba que su presencia era imprescindible, como ocurrió con la caída del muro de Berlín en 1989. Allí ofreció entonces un recital de violonchelo.

Dos años después aterrizó en Moscú en pleno golpe de estado en agosto de 1991 para defender la incipiente democracia frente a la asonada involucionista de la cúpula soviética.

Habitual de los auditorios y festivales españoles, y viejo amigo de la Familia Real, sobre todo de Doña Sofía, el violonchelista mantuvo una larga y afectuosa relación con España. La Familia Real envió ayer su pésame y condolencia a Galina Vishnevskaya, viuda de Rostropovich. Por su parte, el compositor Cristóbal Halffter destacó la gran aportación del músico al "abrir el repertorio para violonchelo a los compositores actuales".