El título, Jihad: El Musical, ya viene pidiendo guerra . El show celebró ayer su estreno mundial en el festival alternativo de teatro en Edimburgo e incluyó un numerito llamado, Quiero ser como Osama. "Quiero ser como Osama y con una bomba abrirme camino a la fama", canta uno de los terroristas, mientras le rodea un grupo de mujeres armadas con metralletas y tapadas de los pies a la cabeza con burkas de color rosa.

La comedia es un trabajo de la compañía internacional Silk Circle Productions, con sede en Nueva York, y ha provocado las primeras protestas, antes incluso de que se levante el telón. La idea de bromear con tramas terroristas, cuando aún está reciente el último ataque fallido en la ciudad escocesa de Glasgow, es algo que cierta gente no puede digerir. El primer ministro, el laborista Gordon Brown, debe "condenar este retrato de mal gusto del terrorismo y sus víctimas", señalan varios ciudadanos, en una petición reclamando la prohibición de la obra.

El Musical cuenta la historia de un campesino afgano, al que una mujer fatal promete un trabajo en una compañía de exportación de amapolas. Más tarde descubrirá que la empresa encubre una organización terrorista, que quiere sembrar el mundo de bombas.

Los autores del libreto están muy satisfechos de que la canción Quiero ser como Osama , estrenada en Youtube, haya tenido un numero más alto de visitantes, que el de firmantes de la petición contra el montaje. "Es controvertida porque es significativa", afirma uno de ellos. "Lo que tratamos", añade en otro momento, "es ponerle humor a una situación difícil".