Dos profesores universitarios encabezan la larga lista de vencedores de las distinciones literarias que se fallarán a lo largo del año. Los madrugadores premios Nadal y Josep Pla cayeron ayer en favor de Eduardo Lago, con Llámame Brooklyn , y Luis María Todó, con El mal francés . Una tercera docente universitaria, Marta Sanz, con Susana y los viejos , fue la finalista de la 62 edición del Nadal.

La entrega de los galardones literarios más antiguos de España, que convoca la editorial Destino, se realizó, como es tradicional, en el antiguo Ritz. El Nadal tiene una dotación de 18.000 euros para el ganador y 6.000 para el finalista, mientras el vencedor del Pla percibirá 6.000 euros.

Lago era, hasta ayer, un perfecto desconocido en la narrativa castellana. Dos únicos libros de relatos --Cuentos dispersos y Cuaderno de México --, publicados hace cinco años en pequeñas editoriales, han sido su breve tarjeta de presentación para ganar uno de los premios literarios de mayor prestigio en el desprestigiado sector de los galardones literarios españoles. Nacido en Madrid, vive en Nueva York desde hace 20 años y da clases en la universidad de esta ciudad norteamericana.

Llámame Brooklyn es una historia de amor y soledad, con pequeñas dosis de intriga. La obra tiene como punto de partida la noticia que informa a Gal Ackerman, periodista del New York Post , de la muerte de un amigo. Este suceso obliga al protagonista a cumplir el pacto hecho al fallecido de rescatar una novela medio terminada entre los centenares de cuadernos abandonados que dejó el escritor. La recuperación de la obra lleva implícita la dificultad de convertir en realidad el deseo frustrado del autor de que fuera leída por una única lectora, una mujer de la que nadie sabe nada.

Todó ha ganado la 38 edición del Josep Pla con su sexta novela. Nacido en Barcelona en 1950, es profesor de traducción en la Universitat Pompeu Fabra, crítico literario y traductor de autores franceses como Marcel Proust, Jacques-Benigne Bossuet, Guy de Maupessant y Gustave Flaubert. Todó debutó en la novela en 1992 con Los placeres ficticios .

LA HOMOSEXUALIDAD El mal francés profundiza en un tema que ya va siendo habitual en la obra de Todó: el descubrimiento de la homosexualidad. El narrador de la novela, con el mismo nombre que el autor de la misma, sufre un bloqueo creativo mientras prepara su sexta obra.

El pleno universitario en el cuadro de honor de los premios del día de Reyes lo completó Marta Sanz con Susana y los viejos . La autora, nacida en Madrid en 1967, es doctora en literatura contemporánea y profesora de la Universidad Antonio de Nebrija de esa ciudad; colabora en diversas publicaciones literarias y ha escrito otras dos novelas, El frío y Lenguas muertas , obra esta última con la que ganó el Premio Ojo Crítico en el 2001.

La obra finalista del Nadal describe un microcosmos familiar que muta y se quiebra; un relato de amor y desamor, de pasiones y odios que marca una especie de juego de espejos en el que la autora entra en las confrontaciones generacionales, sexuales y de clase.