Enfrascado en la promoción de su último libro de "novelas cortas", como le gusta denominarlas, Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) hace un alto para reflexionar sobre el compromiso del arte. Se rebela contra esa "escritura de bagatela" que preside los escaparates de las librerías, denuncia que los editores "se han equivocado" porque buscan un lector que no lee, y pide a los políticos que se ocupen de verdad de las personas.

Aún huele a imprenta El fulgor de la pobreza (Alfaguara), última obra de este académico y Premio Nacional de Narrativa y de la Crítica en dos ocasiones. Son tres nuevas "fábulas de los sentimientos", explica, que enlazan con El diablo meridiano (2001) y El eco de las bodas (2003).

Acaba de colaborar en un libro de cuentos sobre la inmigración, un asunto que "conmociona nuestra conciencia" y al que los políticos debería dedicarse en exclusiva. "¡Vaya plantel de gobernantes!", proclama. Y su lúcida charla deriva hacia derroteros de la realidad, incluida la que afecta a la literatura.

En estos tiempos "malos para la lírica y para todo", se corrige él mismo, Mateo Díez se pregunta dónde está el compromiso político del arte, del artista. Y se responde que, al menos, debería ser moral. Hace un tiempo el escritor leonés pronunció una frase que le valió algunas recriminaciones. La cita dice: "Da la impresión de que escriben novelas quienes no son novelistas para lectores que no son lectores". Ahora cobra vigencia pese al trabajo de quienes como él se plantean las escritura como un reto de la perfección y una lucha por conquistar al lector cómplice.

EJECUTIVOS DE OTRO MUNDO Con más de una veintena de obras publicadas, Mateo Díez proclama que el mundo editorial ha sido "asaltado" por ejecutivos de otros negocios que pretende aplicar a un bien cultural como el libro las fórmulas de comportamiento más propias del sector textil o panadero.

A su entender, "los grandes editores se han equivocado porque buscan a un lector que no lee". Ahí están los grandes éxitos de ventas llenos de códigos, sábanas, ángeles, demonios...