La compañía Els Joglars denuncia en "La Cena", cuyo estreno absoluto será el próximo viernes en Sevilla, "la frivolidad y la impostura de la clase política" en la cuestión del medio ambiente y el cambio climático, pues "sólo hacen movimientos de cara a la galería, pero nunca tocan el fondo de la cuestión".

Así lo ha afirmado hoy en rueda de prensa su director, el dramaturgo Albert Boadella, que, tras indicar que por ello este montaje "tiene que ver con el 'Tartufo' de Molière", por esa censura de "la impostura y la hipocresía", ha incidido en que, "si realmente el planeta está en peligro, el asunto es de una enorme gravedad; y, si no es así, la gravedad es que nos están engañando".

Boadella ha presentado "La Cena" en el sevillano Teatro Lope de Vega, donde estará del 9 al 18 de mayo antes de seguir de gira hasta agosto por 14 localidades más (Córdoba, Soria, Linares, El Ejido, Huelva, Pego, Burgos, Cangas de Morrazo, Alzira, Gijón, Marbella, Alcañiz, Zaragoza y San Javier), y será la primera vez, en sus 47 años de historia, que Els Joglars no lleve una obra suya a Cataluña.

Lo ha explicado diciendo que es como si una firma de Taiwán hace calcetines y lo exporta todo, pues Els Joglars "es una empresa con intereses económicos y una clientela muy buena en muchos sitios", en tanto que la que hay en Cataluña "no sólo ha dejado de interesarnos, sino que nosotros no les interesamos a ellos: no hay pedidos". Ha añadido que actualmente en Cataluña llenan media sala, cuando antes "estaba siempre a tope", y no les llama "nadie para contratar, ni los medios de comunicación", por lo que fueron "prácticos" y, tras plantearse estrenar fuera de su tierra, optaron "al instante" por Sevilla, por sentirse a gusto y por la conexión con el público.

Els Joglars es la segunda vez que estrena en Sevilla, tras "El retablo de las Maravillas" (2004), y su director ha dicho que "La Cena. Sátira con aliños de 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi" es una crítica a la sociedad y su supuesta "vocación puritana", pues "todos expresan su gran bondad y solidaridad con el Tercer Mundo, el medio ambiente o el cambio climático, pero la realidad es muy distinta".

Con dirección, dramaturgia y escenografía de Boadella, "seis meses muy intensos" de trabajo detrás y una duración de 1 hora y 53 minutos, también censura cómo "el cambio climático se ha convertido en un tema de fe" y los mensajes "catastrofistas y apocalípticos" sobre el medio ambiente en una "forma contemporánea de religión".

Además de incluir referencias a problemas recientes como el agua en Cataluña, pretenden hacer reflexionar al espectador, al que le quedarán "muchas preguntas en la cabeza", con un argumento que se inicia con la preparación de una cumbre internacional sobre cuestiones climáticas en España en la que al Gobierno español "le toca organizar la cena de clausura". En ella, ha precisado, se quiere deslumbrar a los mandatarios extranjeros con un menú encomendado a "un cocinero famosísimo extranjero, que incluso prepara durante un mes a sus ayudantes", como demostración de una "alta cocina ecológica, climática, sostenible, vanguardista y respetuosa con la ecología".

Ha dicho que es una sátira con "cierto sarcasmo sobre la posición de los asuntos medioambientales en España y el mundo occidental, y la impostura que hay de defender cosas". "Si es que es así, hay que replantearse cosas muy serias; si no, menudo camelo, pues actualmente el medio ambiente es un negociazo", según Boadella.

Ha puesto de ejemplo el "show" de Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos, que es "de un morro impresionante" pues su país no firmó ni el Protocolo de Kioto y ahora "da lecciones con un planteamiento religioso"; o que "hay más de 400 instituciones aguantando al lince ibérico, y el lince se muere", por lo que hay que pensar si "a lo mejor hay que dejarlo morir".