En el armazón literario del mexicano Carlos Fuentes (Ciudad de Panamá, 1928) Adán en Edén cumple la cuarta estación de El tiempo político , doceava parte de su obra narrativa que él mismo bautizó como La edad del tiempo . Es esta una novela pertrechada de inequívocos argumentos políticos escenificados en "un país enamorado del fracaso", al borde del delirio y de "cadáveres por venir". No espere el lector la complejidad técnica del Fuentes de Cambio de piel (1967) con narradores mudando de identidad y monólogos fragmentarios que alcancen la fiesta de una escritura de voces y tiempos desperdigados. El argumento en esta ocasión es lineal y accesible. Adán Gorozpe, poderoso económicamente, tendrá que enfrentarse a Adán Góngora, poderoso políticamente. Dos mujeres completan el reparto en torno a Gorozpe: Priscila, su mujer y Ele, su amante. El triángulo se quiebra cuando Góngora quiere ser el galán de Priscila. En un país donde el agua se tiñe de sangre y "donde todo se derrumba" los acontecimientos se precipitarán. Enfrentándose a los fantasmas de un México más actual que nunca, Fuentes desgrana las enfermedades de un país "religioso, conservador, y violento, muy macho-".