La apuesta para la noche de las guitarras del Festival Flamenco de Cáceres fue una oportunidad aprovechada por los artistas flamencos. En esta apuesta juegan sus cartas tres jóvenes extremeños, guitarristas de acompañamiento, que dan un salto más en su carrera, para enfrentarse como concertistas sin más acompañamiento que su toque y sus ilusiones.

La apuesta de la Peña Amigos del Flamenco de Extremadura, organizadores del festival, residía en la oportunidad dada a estos tres jóvenes y la inclusión del maestro de la guitarra portuguesa Carlos Gon§alves.

Abrían el espectáculo en el Gran Teatro las guitarras flamencas. Perico de la Paula, Francisco Pinto y Juan Manuel Moreno arrancaron por soleá y bulería por soleá. En seguida nos dimos cuenta de la intención de los tres artistas: disfrutar y hacernos disfrutar de un excelente toque. La soleá limpia en las cuerdas de Perico de la Paula, los vibrantes ´picaos´ de Francisco Pinto en las alegrías o la personalidad marcada de compás, en las bulerías con Juan Manuel Moreno. Siempre muy compenetrados y sabiendo enlazar las tres guitarras en cada toque, dándole así consistencia a su actuación, sin buscar el lucimiento personal. Uno de los momentos álgidos fue la interpretación de los tangos y jaleos extremeños. En ese instante, las cuerdas de los tres jóvenes marcaron la diferencia de lo que supone el toque por tangos, para convertirlos en nuestros tangos extremeños.

Igualmente, Perico, Francisco y Juan Manuel, interpretaron los jaleos con su forma característica en el toque, y ahí pudimos apreciar la verdadera esencia del jaleo, sus dos golpes característicos, marcando el compás en la caja de la guitarra. Por lo tanto, oportunidad aprovechada por los tres artistas extremeños, de acompañamiento en la labor de concertistas, artistas que fueron esta vez los acompañados por la percusión, discreta, acompasada y sin efectismo de José González.

La segunda parte del espectáculo nos mostró el melodioso toque de la guitarra portuguesa. Para ello, ni más ni menos que el maestro Carlos Gon§alvez, acompañado por Lelo Nogueira. Esta guitarra, que acompañó, colaboró y compuso para la gran Amalia Rodrigues, nos paseó con sus interpretaciones por los rincones más hermosos y tradicionales de nuestra tierra hermana.

Gon§alvez desgranó composiciones de armoniosa lámina, mostrando una velocidad impactante y una sensibilidad contagiosa. ´Meditando´, ´Marcha fadista´ o ´Balada de Coimbra´ fueron algunas de sus interpretaciones, que cautivaron a todos los asistentes.

En el final de fiesta, el maestro pidió la colaboración de las tres guitarras flamencas: Portugal y Extremadura de la mano con los sonidos de sus cuerdas. Un bis generoso del portugués con los flamencos, el calor del público en el larguísimo y cariñoso aplauso, dejaron constancia, de que la apuesta se ganó ganada y la oportunidad se aprovechó.