Todo listo para que los clásicos asistan a su encuentro con la magia del teatro romano. El telón de la 63 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida se subirá mañana con la puesta en escena de La Orestíada, en una versión de esta gran tragedia clásica de Esquilo firmada por el poeta Luis García Montero y dirigida por José Carlos Plaza, que permanecerá en cartel hasta el próximo domingo. Ha tenido que pasar una década para que esta obra vuelva a representarse sobre la arena del monumento bimilenario y, en esta ocasión, lo hará con un montaje cargado de emoción y política que acercará al espectador a los problemas más esenciales del ser humano. Temáticas como la democracia, el amor, el odio y la justicia se expondrán ante el público a través de un lenguaje profundamente poético.

Este espectáculo inaugural pondrá sobre el escenario a un total de 31 personas, entre ellas, grandes nombres de la escena española como Ana Wagener, que se estrena en el festival con el papel de Clitemnestra, o Ricardo Gómez, que se mete en la piel de Orestes. Cabe destacar el estreno teatral de Amaia Salamanca, que interpretará el papel de Electra, y que estará acampañada sobre las tablas por Roberto Álvarez (Magistrado), Alberto Berzal (Egisto), Juan Fernández (Egisto), Felipe García Vélez (Agamenón) y María Isasi (Cassandra/Esclava). A ellos se sumará un coro formado por ocho actores y 15 figurantes.

«Los conflictos del ser humano siguen ahí. No hemos avanzado», afirmó ayer Plaza durante la presentación del montaje en rueda de prensa. Para el director, La Orestíada es una obra clave para el conocimiento de nosotros mismos y, por lo tanto, del comportamiento del ser humano. Por su parte, García Montero manifestó que «hacer una versión de La Orestíada te invita a una libertad radical», ya que traer al presente «la verdad del texto clásico solo se puede hacer a través de la libertad que ofrece la poesía». «Tendrán en La Orestíada un texto que nos ayuda a comprender el mundo que estamos viviendo», recalcó el poeta granadino, como firmante de esta versión de la obra.

La secretaria general de Cultura de la Junta, Miriam García Cabezas, afirmó que La Orestíada es una elección «muy acertada» para abrir este certamen «cuando se cumplen 40 años de democracia» en España. Por su parte, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, expresó su deseo de que la Junta declare «muy pronto» el festival como Bien de Interés Cultural, ya que es un paso «fundamental» para solicitar al gobierno central que tramite el expediente para obtener la calificación del festival como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

El director del certamen teatral, Jesús Cimarro, resaltó que en el montaje hay actores «jóvenes» y otros «con mucho bagaje». «Esa combinación de lo joven y lo maduro es una seña de identidad de mis ediciones», subrayó. Preguntado por la reducción del IVA cultural, destacó que «cinco años después se ha conseguido» que vuelva el tipo reducido.