Desde Portugal, el pintor extremeño Justo González Bravo fue recuperado para su región en el 2007 con una amplia exposición organizada en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC). "En España es el sitio donde menos he expuesto", declaró a este diario con motivo de esa muestra. Dos años después, se amplía su presencia en Extremadura con la exposición inaugurada ayer en el Museo de Cáceres, y que recoge reúne abundante y significativa muestra de la obra realizada por el artista en ese soporte a lo largo de los últimos años.

El artista, nacido en Badajoz en 1994, se trasladó a Lisboa hace 37 años por motivos profesionales y sentimentales. De Portugal es la mujer con la que se casó y en aquel país fue donde tomó la decisión de dedicarse exclusivamente a la pintura después de trabajar durante años como ingeniero.

"Yo nací pintor. Dibujo desde que tenía uso de razón, es algo genético en mí. Sólo por diversas razones... bueno en la España de entonces no era fácil hacerse artista. Digamos que me obligaron a optar por una profesión; pero la vocación acabó por imponerse", señaló González Bravo en esa entrevista. Ese momento fue a finales de los 80. Ya se había formado como artista estudiando por su cuenta a fondo la obra de los clásicos y los contemporáneos. "He seguido mi camino", dijo.

Y ese camino arranca en una pintura figurativa, naturalista, con la presencia del paisaje, atraviesa el expresionismo y poco a poco desemboca en el informalismo. "Fue algo natural. La pintura se fue sintetizando poco a poco hasta aparecer esa abstracción. Pero en ella hay un trasfondo del paisaje: un paisaje vivido y sentido". A espaldas de España, si puede decirse así, su carrera se ha desarrollado en Portugal, Francia y Alemania. En el país donde reside ya expuso en el 2007 y 2008 (galería Sao Mamede, de Lisboa) esos paisajes interiores que definen su obra, una serie de acuarelas sobre papel, en las que las formas y el color marcan el espacio del soporte.