Alexander Payne es uno de los grandes retratistas de perdedores del cine americano. Sus protagonistas son hombres que de repente ven cómo el mundo que daban por supuesto se derrumba bajo sus pies. Un maestro que pierde su trabajo, su matrimonio y hasta las facciones de su rostro (Matthew Broderick en Election); un jubilado que al enviudar lo pierde todo excepto una crisis existencial mayor que al retirarse (Jack Nicholson en A propósito de Schmidt)... Gente así. Gente como el protagonista de su nueva película, un tipo incapaz de lograr nada. Ni siquiera que los demás pronuncien bien su nombre.

Decir que Una vida a lo grande habla de gente cuyo cuerpo empequeñece hasta un tamaño ligeramente superior al de un saltamontes inevitablemente trae a la mente Cariño, he encogido a los niños (1989). Obviamente no es eso; de lo contrario no sería una película de Payne, ni la protagonizaría Matt Damon, ni ayer habría inaugurado la Mostra de Venecia ni estaría compitiendo por el León de Oro. Es algo mucho más ambicioso: una parábola sobre quiénes somos y cómo vivimos. Esa es la idea. Y la película la materializa solo a medias.

El mundo en el que Una vida a lo grande transcurre es un lugar superpoblado y supercontaminado en el que los recursos naturales escasean y las desigualdades crecen dramáticamente. La reducción física de la población, descubierta al principio de la película, solucionará todo eso. En la práctica, sin embargo, los motivos por los que la gente decide empequeñecerse no tienen nada de humanitarios. Unos lo hacen para superar penurias económicas, otros para enriquecerse explotando a los demás, otros para migrar ilegalmente. La nueva sociedad diminuta no tarda en ser igual de fallida que la nuestra.

Para contemplar ese proceso, nos lleva de la mano de Paul Safranek, el tipo de individuo deprimentemente normal que solo Tom Hanks interpreta tan bien como Damon. Paul y su esposa (Kristen Wiig) deciden encogerse pero en el último minuto, cuando él ya se ha operado, ella se echa atrás. En realidad, es en menos criticable por lo que se conforma con ser que por todo lo que podría haber sido.