El director japonés Takeshi Kitano y el alemán Christian Petzold inauguraron ayer la sección de competición del festival de cine de Venecia con dos películas y grandes palabras; porque para uno el arte es un sueño tangible y para el otro el amor es imposible en la miseria. Akires to kame (Aquiles y la tortuga ) es la propuesta de Kitano para hacerse con el que sería su segundo León de Oro, que obtuvo en 1997 con su Hana-bi y completa la trilogía sobre el arte y el espectáculo, que comenzó con Takeshis en el 2005 y continuó con Kantoku-Banzai en el 2007.