Un giorno perfetto , la primera película italiana proyectada ayeren la sección de competición del festival de cine de Venecia, ha dado nuevos argumentos a quienes han criticado que este año la Mostra está marcada más por el nacionalismo que por la calidad.

El filme dirigido por el director italiano de origen turco Ferzan zpetek, muestra a Antonio, encarnado por Valerio Mastandrea, y a Emma, su esposa, que interpreta Isabella Ferrari. Emma intenta separarse de Antonio, quien intenta evitarlo por todos los medios, incluida la violencia.

Pero, sorprendentemente, la película no aborda la cuestión como un problema social, el de la violencia de género, sino que lo trata como un mero suceso. "Desear a una persona de la forma que se muestra en un Giorno perfetto es una cosa que me fascina mucho. No se comprende quién es la víctima y quién el verdugo", escribe zpetek en el catálogo de la Mostra.