Penélope Cruz ha asegurado después de ganar el Oscar como mejor actriz secundaria por su interpretación de María Elena en Vicky Cristina Barcelona que se ha escondido en un pasillo para llorar de alegría mientras trataba de asimilar el éxito. "Todavía no me lo creo, no puedo parar de llorar, me he escondido en un pasillo durante 15 minutos para hablar por teléfono y para llorar, ha sido increíble", ha dicho la intérprete, primera española en obtener este galardón.La actriz madrileña ha explicado visiblemente emocionada que ha pensado que iba a desmayarse durante la presentación del premio que han hecho cinco ganadoras de la estatuilla en esa categoría, Anjelica Houston, Whoopi Goldberg, Tilda Swinton, Goldie Hawn, y Eva Marie Saint. "Es una emoción muy fuerte""No sabía si iba a sobrevivir", ha dicho. "La presentación de las cinco actrices ha sido preciosa y larga, y de verdad, no sabía si iba a desmayarme. Estaba histérica, me he puesto muy nerviosa en la silla y luego, cuando ya he subido me he empezado a calmar un poquito, es mucha presión y quieres decir muchas cosas. Es un momento muy especial", ha comentado.Cruz ha dicho que ha tardado unos cinco minutos en mirar la estatuilla a la cara. "Pesa tanto", ha afirmado. "No sé si me han dado uno de esos de juguete que te regalan tus amigos o es de verdad, todavía no me lo creo", ha declarado la actriz, que había dicho que quería disfrutar del resto de la ceremonia y luego celebrar el triunfo en algún lugar donde "haya buena música y se pueda bailar". "Estoy sobrepasada, es una emoción muy fuerte", ha dicho, y ha destacado el apoyo que su familia le ha dado para que pudiese perseguir su sueño de juventud de convertirse en actriz.Un vestido de hace 60 añosLa actriz no ha tardado en recibir numerosas felicitaciones. "Llamadas, correos electrónicos, cosas que guardaré para siempre; compartir esto con gente a la que le importas tanto es especial", ha asegurado Penélope, que ha lucido un vestido vintage de gasa en blanco roto de Pierre Balmain. "Lo vi por primera vez en una tienda llamada Lilys hace ocho años y me dije a mí misma que algún día volvería a por él; lo volví a ver la semana pasada, tiene 60 años, seguía allí y me quedaba bien, así que pensé que era una buena señal", ha explicado la intérprete.Tantas situaciones inolvidables en tan poco tiempo hacen que no recuerde exactamente el trayecto desde que se ha levantado de la butaca hasta que ha recogido el Oscar. "No recuerdo muy bien todo lo que he dicho, la gala se me ha pasado muy rápido, y cuando he vuelto a mi sitio ya solo quedaban cuatro categorías, pero pensaba que quedaban dos horas y media aún", ha comentado Cruz, que toma el testigo de Javier Bardem, Oscar al mejor actor secundario el año pasado, por No es país para viejos.'Jamón, jamón', el principio"Eso me hace más ilusión todavía; Javier, y este año yo, los dos empezamos a la vez con Jamón, Jamón, cuando yo tenía 16 años y él 21, ha sido una casualidad increíble", ha dicho la actriz, que ha asegurado que Bardem la ha felicitado. "Por supuesto, pero no vamos a entrar en detalles", ha afirmado entre risas, antes de admitir que le encantaría volver a trabajar con Woody Allen, director de Vicky Cristina Barcelona. "Hemos hablado algo, pero por encima, aunque no hay nada concreto," ha asegurado.Penélope ha concluido su intervención con una reflexión, en la que apuntaba a la mezcla de dos elementos para comprender su éxito profesional. "Destino y trabajo, creo en las dos cosas; me han ocurrido tantas casualidades a lo largo de mi vida, es como uno quiera interpretar esas señales, pero trabajo duro también", ha destacado Cruz, que se ha despedido de los medios de forma jovial. "Muchas gracias y todo el mundo a emborracharse", ha gritado eufórica.