No pudo ser. Penélope Cruz sabía que repetir triunfo por segundo año consecutivo era casi misión imposible, y por eso en los días previos a la gala de los Oscar aprovechó cada aparición en público para decir en voz alta lo que casi todo el mundo sabía. Este año el Oscar para la mejor actriz de reparto ya tenía dueña de antemano, una impresionante Mo´Nique por su actuación en la película Precious.

Aun así, la madrileña brilló como nadie en la alfombra roja, radiante con un traje de Donna Karan en tonos burdeos con el que volvió a demostrar por qué es una de las artistas mejores vestidas de Hollywood. Escoltada por algunos familiares, llegó al Teatro Kodak sin Javier Bardem, aunque ya en el interior se les pudo ver sentados juntos, cogidos de la mano y compartiendo una noche de nervios.