La alfombra roja no se despliega para ellos en el Lincoln Center hasta mañana, cuando Volver se presenta como pieza central de la 44 edición del Festival de Cine de Nueva York. Sin embargo, Pedro Almodóvar y Penélope Cruz ya se pasean por el espacio solo destinado a los elegidos del celuloide en Estados Unidos. El manchego y su musa están muy bien situados en las primeras quinielas de la temporada de premios, desde los del Círculo de Críticos de Nueva York hasta los Oscar, y no sólo en la categoría de habla no inglesa.

La crítica está rendida a un director que Estados Unidos ve como un maestro moderno. Cruz por primera vez combina la atención del estrellato con alabanzas y respeto unánime a su trabajo. Y el plan de promoción de Sony Pictures Classics, distribuidora de Volver , muestra una fuerte apuesta por la película.

Las 250 copias con las que se estrena el 3 de noviembre son una cifra inusual para cualquier producción extranjera y además la distribuidora planea sacar el filme del circuito de salas de arte y ensayo y aprovechar el tirón popular de Cruz para expandir la vida comercial de Volver .

"Esta vez me he dado cuenta de que Penélope es de verdad una superestrella aquí" --decía Almodóvar el miércoles en un encuentro con medios españoles--. El tirón de Cruz puede aumentar aún más si Sony consigue situarla en la pugna por el Oscar a mejor actriz. La productora intentará también situar Volver en las categorías de guión, director y película. "La ambición de la distribuidora es ilimitada y así debe ser", decía Almodóvar.