A la segunda ha sido la vencida. Hoy, dos años después de rozar el Oscar por su trabajo en Volver, Penélope Cruz ha triunfado en la meca del séptimo arte y con su victoria hizo historia. Envuelta en un elaborado y elegante vintage de 60 años de Pierre Balmain, la actriz, de 34 años, que se estrenó en la pantalla grande hace 17 con Jamón, jamón y ha labrado un currículo con más de una treintena de títulos en español, inglés e italiano, se ha convertido en la primera intérprete española en conquistar el oro de Hollywood con el Oscar como actriz de reparto en Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen.

El premio ha llegado justo un año después de que su pareja, Javier Bardem, ausente en la ceremonia en el Kodak Theater, escribiera otro histórico capítulo como primer actor español galardonado por la Academia. No quedan ya puertas cerradas en Hollywood. Tampoco excusas. Y Penélope, rodeada por su familia y amigos, ha sido finalmente coronada reina en Los Ángeles.

DE FAVORITA A GANADORA

Desde que se conocieron las nominaciones, Cruz se había colocado como favorita. Las alabanzas de la crítica y los reconocimientos de otros muchos grupos, pese a la dura y reñida competencia en otros galardones con Kate Winslet, alimentaron esa condición. Pero quedaba abrir el sobre que debía confirmar que su trabajo había convencido a los 5.810 académicos más que el de Marisa Tomei en El luchador, Viola Davis y Amy Adams en La duda y Taraji P. Henson en El curioso caso de Benjamin Button.

Poco después de que a las cinco y media de la tarde (dos y media de la madrugada en España) arrancara en el Kodak Theater la ceremonia con un estupeno número musical protagonizado por el presentador, Hugh Jackman, ha llegao el momento. Tras la emisión de un vídeo con ganadoras anteriores en la categoría, han salido al escenario Eva Marie Saint, Anjelica Huston, Whoopi Goldberg, Goldie Hawn y Tilda Swinton, que han presentado a cada una de las nominadas en vez del vídeo con una escena (una fórmula elegida este año para la presentación de galardones de interpretación).

SUEÑOS EN ALCOBENDAS

Huston ha hablado de Cruz. Y cuando Tilda Swinton ha leído el nombre de la ganadora, se ha escuchado solo uno: el de Penélope. Tras abrazarse a su madre, subir los cuatro escalones que le separaban del escenario y besar a las cinco actrices, emocionada, ha tomado la palabra. Ha avisado de que no serían los 45 segundos estipulados. Y ha preguntado si alguien se había desmayado. "Quizá sea la primera", ha bromeado.

Su lista de agradecimientos se ha abierto con Woody Allen. Le han seguido los directores Pedro Almodóvar, Bigas Luna y Fernando Trueba. También Harvey Weinstein. Y su familia. Luego Cruz ha recordado que creció en Alcobendas, "donde esto no era un sueño realista". Y ha hablado de la ceremonia de los Oscar como un momento de unidad, y del cine y el arte como "un lenguaje universal" que hay que cuidar.

Cruz ha cerrado su intervención en español, dedicando el Oscar a todos los que estaban siguiendo la ceremonia. Y a todos los actores españoles. Llevaba días diciendo que si oía su nombre quería sorprenderse. Se ha emocionado. Y ha convencido a todos. La ceremonia debía continuar.