Pepe Navarro se reconoció sin mea culpa en la figura del "cazador cazado y el burlador burlado" en la entrevista que concedió el pasado martes a Jesús Quintero en TVE. En su nuevo pellejo de personaje de la prensa rosa, el antiguo director de Esta noche cruzamos el Mississippí apeló a su intimidad, anunció su intención de tomar medidas legales y no dedicó ni una palabra a mujeres que, como Yvonne Reyes y Sonia Monroy, ventilan su supuesto pasado en común. "Qué vas a pedir a quien no te conoce --dijo Navarro--. Quizá me han visto pasar, pero yo llamo conocer a otras cuestiones".

Cómo ha cambiado el hábitat de Navarro desde que el pasado 22 de febrero apareció en la portada de Diez Minutos compartiendo mimos y carantoñas con Vicky Martín Berrocal en unas fotos que ahora califica de "denunciables". Ahora, las cámaras son como una garrapata de la que no se desprenden ni él, ni su última pareja, Lorena (embarazada de siete meses), ni su exmujer, Eva Zaldívar. Como aliño, Martín Berrocal aparece esta semana en el ¡Hola! y las teles emiten las evasivas de otras supuestas como Marlene Mourreau.

A los directivos de A-3 y Tele 5 dirigió el estoque Navarro, al considerar que han hecho un "negocio de la violación de la intimidad". El periodista apeló a una sentencia del Tribunal de Estrasburgo que dio la razón a Carolina de Mónaco al estimar que unas fotos tomadas en lugar público vulneraban su intimidad. "Es un paso importante para que tu vida deje de pertenecer a mangantes". Navarro fue más condescendiente con él mismo, que combinó periodismos negro y amarillo en el Mississippí (T-5) y El Pelícano (A-3). Defendió que él "irrumpía en la vida pública y jugaba con ello", y sólo admitió que era "posible" que alguna vez hubiera hurgado en lo ajeno.