Piloto de profesión, obsesionado con la egiptología y escritor por afición, Antonio Cabanas, cuyo oficio es controlar los potentes motores y la complicada electrónica de un avión de Iberia, parece haberle cogido gusto a la pluma. Sin ir más lejos, el pasado jueves presentó en El Cairo su segunda novela (La conjura del faraón , Ediciones B), después de que la primera haya superado con creces en el mercado las mejores expectativas. El ladrón de tumbas , también de Ediciones B, salió hace dos años y ya ha vendido más de 100.000 ejemplares, al tiempo que se ha traducido al alemán y el danés y próximamente se venderá en Italia.

Cabanas, que nació en Las Palmas, se considera egiptólogo, aunque, dice, en España no se puede estudiar egiptología. "Soy autodidacta, pero estudié durante 10 años en el Instituto Egipcio de Artes Islámicas, en Madrid. Siempre me había gustado, pero la afición se convirtió en pasión e iba todos los días que tenía libres. Estudié cuatro años de gramática de jeroglíficos", dice. Y, claro, visitó el país: "Comencé a venir a excavaciones, hice amistad con miembros de la Sociedad Española de Egiptología y así vas pasando a otro nivel. Estuve con una misión polaca, otra alemana... Pasaba una semana o así, sin molestar".

Aunque hasta ahora sólo ha publicado historias sobre el antiguo Egipto, eso va a cambiar. "Tengo la intención de escribir sobre la actualidad y ya tengo ideas sobre personajes actuales", comenta.

EL PODER DEL CLERO El médico Nefermaat, protagonista de la segunda novela, es casi perfecto. "Sí, eso pretendía --asegura--. Egipto ha sido considerado como el más religioso de los pueblos, y personas justas escribieron, hace más de 5.000 años, textos morales, como máximas. Eran casi santos, pero a medida que el clero alcanzó más poder, aquello se fue perdiendo. He querido poner a un personaje de esas características antiguas en medio de una jauría", explica en otro momento Antonio Cabanas.

Visto desde la óptica del lector, Cabanas es un contador de historias, y él lo confirma: "Para una novela tienes que tener una historia que contar, de la que puedas sacar conclusiones, que no sea banal; una historia en la que la gente se pueda mirar. No quiero utilizar arquetipos, prefiero personajes que sean antihéroes. Me gusta enfrentar al personaje a situaciones en las que no sabe cómo reaccionar hasta que se plantean, por eso me gustan mucho los autores del siglo XIX como Galdós... 3Los miserables , de Víctor Hugo, es una obra extraordinaria...".

El texto incorpora, además de la fábula, un marco real, histórico, con detalles curiosos y hasta sorprendentes sobre, por ejemplo, la práctica del enchufe para encontrar trabajos buenos. "El 3enchufe --cuenta-- empieza en la pirámide de Keops, en las afueras de El Cairo, porque la construyó un primo del faraón. También es verdad que los nobles, los sacerdotes y los escribas eran los únicos que tenían instrucción. Al principio los cargos eran nombrados por los faraones y luego se fueron convirtiendo en hereditarios".

También se desprende de la novela que los antiguos egipcios ya etiquetaban el vino, con su denominación de origen y sus añadas. "E investigaron para que las vasijas no tuvieran porosidad, y que el vino no se pusiera malo. Luego se aficionaron a los vinos del Egeo. Era muy caro, solo estaba al alcance de los ricos, sin embargo la cerveza era más popular", explica Cabanas, antes de precisar que en esa época, tal y como aparece en la obra, se produjo la primera huelga de la historia: "Eran trabajadores privilegiados, pues eran constructores de tumbas que poseían un secreto, pero aun así no les llegaba el pago, que era en especies, y fueron a la huelga".

LA INVASION A pesar de que las dos novelas que ha publicado hasta el momento están ambientadas en la conocida como XX dinastía, no es esa la que más le interesa, pero, como él mismo dice, "me interesaba mucho lo que ocurrió con la llegada de los pueblos procedentes del norte, algo que planteó la cuestión de las grandes migraciones, y porque entonces se empezaron a robar tumbas".

Según comenta, esta práctica ya se hacía antes pero en esos tiempos empezaron a hacerlo bandas organizadas desde el propio poder. "Personalmente --añade--, prefiero el Egipto antiguo, cuando el poder del faraón era absoluto, era el del verdadero dios en la tierra. Luego empieza a perder poder a manos de los nobles y el clero. La llegada de los pueblos del mar, de origen indoeuropeo, supuso una auténtica invasión de Egipto, que era el granero del mundo de entonces, y el faraón Ramsés III la combatió con todas sus fuerzas. Los masacraron".

TEMA INAGOTABLE Cuando se habla con un egiptólogo siempre se plantea la cuestión de si tras tantos siglos aún queda algo por descubrir de los años gloriosos del Egipto de los faraones. Lo tiene claro: "Queda mucho por descubrir. Solo conocemos el 20% de sus 3.000 años de historia. Y ha habido descubrimientos de muchas tumbas de nobles que han cambiado criterios que se tenían por ciertos". También hay episodios marcados por un interrogante y que requieren más estudio, porque, como dice Cabanas: "Me gusta todo lo que no tiene explicación, pero que no conozcamos una explicación no significa que no la haya. No sabemos cómo levantaban las piedras y hay teorías sobre ello, pero no hay que buscar cosas raras", concluye el autor de La conjura del faraón .