El realizador hispanoargentino Marcelo Piñeyro prepara una olla a presión para las miserias humanas en Las viudas de los jueves , una cinta protagonizada por Leonardo Sbaraglia, Juan Diego Botto y Ernesto Alterio en la que el miedo a lo desconocido campa a sus anchas en una urbanización de lujo.

Tras exprimir un proceso de selección de personal en El método , Piñeyro se inmiscuye en su nuevo filme en la endogamia de la elite económica de Buenos Aires, encerrada en sí misma por "el miedo a lo extraño", un sentimiento que es "muy, muy contemporáneo", explica en una entrevista con Efe.

Las viudas de los jueves , que se estrena el viernes en los cines españoles, está basada en la novela de Claudia Piñeiro del mismo título, cuyo arranque es una cita de El Zoo de cristal , de Tennesse Williams, referente a "las clases medias que se enrolaron en una escuela para ciegos".

El autor de títulos como Plata quemada o Cenizas del paraíso sigue también los pasos de los relatos de John Cheever y confecciona las marionetas para su reflexión sobre "estos sectores que serían los triunfadores de la sociedad, pero que hacen balance y se dan cuenta de que no tienen nada entre las manos".

La actualización de Piñeyro y de Piñeiro --sin relación entre sí, pese a la fonética-- se ambienta en Argentina en 2001, en los días previos al "corralito". Pero ahora es inevitable pensar en la crisis económica internacional. La economía vuelve a detonar la emotividad.

"No es una cinta sobre la crisis económica", asegura Piñeyro. "Lo central es cuando a veces uno pone toda la energía y toda la carga propia en determinado concepto del éxito que hace descuidar por completo los ejes de los que en realidad depende más lo que hace feliz a uno".

El éxito profesional y el fracaso personal no es el único juego de contrastes que arma Las viudas de los jueves . También la relación entre fuera y dentro.