Un ecléctico cartel, formado por la unión de ritmos tan diferentes pero con tantas raíces comunes como los sones castellanos y cántabros de Vallarna, canciones de Europa del este de la mano de Terrafolk y los inclasificables Dissidenten, cerraron anoche el XIV Festival Internacional Folk de Plasencia.

La última cita del festival placentino comenzó a las diez de la noche en el recinto de la Torre de Lucía con la actuación de Vallarna, considerado como uno de los grupos revelación del año y clasificados como una banda que toca música tradicional sin prejuicios, tal y como es, tratando de revelar su fuerza natural sin concesiones de ningún tipo.

Tres castellanos y un cántabro que llegan tras tocar en festivales de referencia como el Cantabria Infinita y con el Primer Premio logrado del concurso Escenario Prau de Cantabria y el Folkez Blai de Ermua. El relevo lo tomarán los eslovenos de Terrafolk, una banda obligatoria para ver en directo. Con su formación actual desarrollan un repertorio que va desde canciones de europa del este hasta música klezmer, dándole un curioso toque de metal.

Para cerrar se programó una tormenta de energía que llega desde Alemania. Dissidenten presentó una propuesta que combina estilos musicales.