La poesía "existencial" de Blanca Varela, administrada con silencios y por su deseo de transcendencia de la realidad se alzó ayer, por mayoría del jurado, con el premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado con 42.100 euros, "un galardón que culmina su obra", según Antonio Gamoneda, miembro del jurado.

Blanca Varela (Lima, 1926) se convierte así en la segunda mujer que obtiene este galardón, tras la portuguesa Sophie de Mello Breyner que lo obtuvo en 2003. La poeta se impuso en esta XVI edición a 71 candidatos que este año optaban al premio, entre ellos, Francisco Brines, María Victoria Atencia, José Emilio Pacheco o Julia Uceda.

Este premio tiene como objetivo reconocer "el conjunto de la obra de un autor vivo que por su valor literario constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común iberoamericano y de España".

El presidente del jurado y presidente de Patrimonio Nacional, Yago Pico de Coaña, señaló que Blanca Varela era una poeta "extremadamente conocida y de una valía sin límites, tanto en su poesía como personalmente".

Después, el poeta Antonio Gamoneda, galardonado en la pasada edición, miembro del jurado y con una visión poética muy cercana a la de Blanca Varela explicó que este premio era "una especie de culminación en la obra de la premiada", una poeta de una producción no muy extensa. "Nadie puede pretender leer a Varela como palabra informativa, magníficamente ornamentada y hermoseada", añadió.

La poetisa manifestó que está "feliz, feliz, feliz" por haber sido galardonada con el premio Reina Sofía.

Con gran dificultad para hablar debido a una trombosis a la carótida que la afectó hace cinco años, la autora de Ese puerto existe y a Luz del día , dijo a Efe que confía en que "de repente" pueda acudir a la ceremonia de premiación. Varela es la segunda mujer que gana el premio Reina Sofía después de que la portuguesa Sophia de Mello Breyner lo lograra en 2003, y la primera en obtener el premio Lorca de poesía.