Cuatro años ha durado la restauración realizada por el Museo del Prado de un cuadro clave del renacimiento español (escuela poco representada en la pinacoteca), La purificación de María en el templo , obra realizada en 1556 por Pedro de Campaña, pintor flamenco (de nombre original Peeter de Kempeneer) que vivió más de 20 años en Sevilla, y que plasmó las influencias que recibió de grandes maestros como Durero, Rafael o Miguel Angel.

La grandes dimensiones del lienzo (330 por 240 centímetros) y el mal estado en que estaba son las causas por las que los restauradores del Prado, que cuentan con un gran prestigio en el sector museístico internacional, han tardado más tiempo del previsto en un trabajo de "gran complejidad", según Gabriele Finaldi, subdirector del museo. Se podrá ver hasta el 8 de marzo y después volverá al lugar donde estaba instalada desde hace siglos, la catedral de Sevilla.

La purificación de María en el templo fue un encargo para formar la pieza central del retablo del mariscal Diego Caballero en el templo sevillano. Representa una compleja composición de figuras humanas, inspirada en una estampa de Durero, que utiliza el espacio como un. La restauración ha sacado a la superficie la luminosidad de la obra, que pesa 300 kilos.