El pequeño Sverre Magnus, hijo del príncipe heredero de Noruega, Haakon, y su esposa, MetteMarit recibió ayer, en una ceremonia que comenzó a mediodía e incluyó una misa, el sacramento bautismal en la capilla del Palacio Real de Oslo. El pequeño, que fue bautizado por el obispo de Oslo, Ole Christian Kvarme, nació el pasado 3 de diciembre y es el tercero en la línea de sucesión al trono, después de su padre y su hermana, la princesa Ingrid Alexandra.

La criatura, que se parece a su madre, Mette-Marit, según dijo ella misma, llevaba un vestido blanco de tela cosido en 1920 por su bisabuela, la princesa Ingeborg, y lloró cuando el religioso le echaba el agua bautismal.

Entre los 160 invitados al bautizo figuraban la reina Margarita y los príncipes Federico y Mary, y la princesa Victoria de Suecia. Los padrinos fueron la princesa Máxima de Holanda y el príncipe Pablo de Grecia.

El padre de Mette-Marit, Sven Olav Bjarte Hoiby, que ha regresado a su oficio de periodista como presentador de un programa de radio humorístico, también estuvo en el bautizo, pese a no haber sido invitado a otros eventos reales con anterioridad.