«Han pasado seis años de la Lámpara, los hago en agosto, y ahora me siento con más temple. Hay más estudio, más preparación, más escuchao y también esas vivencias que me han ido dando cada espectáculo que he ofrecido y del que he participado».

«Lo que más me ha impresionado ha sido la muchísima afición que hay en el norte de España, ese silencio enorme, ese respeto al artista. En el norte se respira silencio y respeto al cantaor».

«Una vez que tienes la Lámpara el público es más exigente, está más receptivo».