No se puede ser un tipo simpático, debió de pensar ayer Quentin Tarantino cuando, durante la presentación ante la prensa del jurado que él preside --y que también integran, entre otros, los cineastas Guillermo Arriaga, Arnaud Desplechin y Gabriele Salvatores y el compositor habitual de Tim Burton, Danny Elfman--, fue preguntado acerca de la cantidad de amigos suyos que compiten por el León de Oro en esta edición de la Mostra de Venecia: nuestro hombre fue pareja de la directora Sofia Coppola y protegido de Monte Hellman, y a le une una cinéfaga amistad con el cinestas japones Takashi Miike y Tsui Hark. "Mi integridad habla por sí sola", afirmó Tarantino. "Y el sentimiento de un cineasta a concurso cuando un amigo suyo está en el jurado no es el de que eso le ayudará a ganar, sino todo lo contrario".