Para graduarse en el American Film Institute, Patty Jenkins realizó un cortometraje, Velocity rules, en el que un ama de casa se transforma en superheroína. Era un trabajo inspirado en uno de los directores que más ha estudiado y admirado, «particularmente por su tono»: Pedro Almodóvar. «Recuerdo Qué he hecho yo para merecer esto», dice en una entrevista con cinco periodistas europeos. «La gente habla de cosas serias y a la vez estás viendo a gente en la pantalla que te hace preguntarte: ‘¡Dios mío! ¿qué pasa en esta película?’»

Dieciséis años después de aquel corto, Jenkins cierra un círculo. Porque tras rodar en el 2003 Monster, tras la maternidad, tras varios trabajos para televisión (incluyendo el piloto de The killing y episodios de Entourage y Arrested Development) y tras un frustrado paso por la dirección del segundo Thor, ha vuelto al mundo de las superheroínas, esta vez a lo grande. Su película es Wonder Woman, un fenómeno de taquilla, de debate y de satisfacción personal porque su «ambición, incluso mucho antes del corto, fue hacer una película como esta».

-¿Qué le fascinó en primer lugar del personaje?

-Me atrapa en la más infantil forma estética: quiero verla a ella, verla luchar, me entusiasma, me engancha visualmente y me estimula. Pero lo que representa es mucho más complejo que eso. La veo también como una oportunidad emocionante porque encarna algo bello.

-¿Algún superhéroe le provoca lo mismo?

-Superman. Cuando lo vi me cambió la vida. Mi madre me llevó a un cine en medio de la nada y era una película tan adulta para una niña de 7 años... Recuerdo que lloré muchas veces. Yo era Superman. Y Wonder Woman se convirtió en mi versión personal de aquello: quiero hacer sentir a otra gente lo que yo sentí cuando tenía 7 años, por eso siento que es tan importante proteger el derecho de niños y niñas a sentirlo, porque yo lo sentí más allá del género y quiero que cualquiera pueda ser Wonder Woman.

-Hay quien aplaude su película por alejarse del cinismo y volver a otros valores.

-Valoro otras películas, creo que hay un espacio para todo, pero ha habido algo de vacío respecto a una conversación sincera sobre cómo vamos a salvar este mundo, sobre héroes, sobre amor... No ha habido mucho de eso en mucho tiempo. Yo he pasado toda mi vida intentando ganar habilidades y es increíble verlo dar fruto en una película que además tiene que ser bonita, divertida, fantástica y todas esas cosas y, lo más importante, que no debe sermonear.

-Fue en el 2005 cuando usted propuso Wonder Woman al estudio por primera vez. ¿Por qué cree que ha tardado tanto?

-No lo sé, porque no estaba en los despachos, pero creo que hubo varias cosas. El universo de DC Comics se estaba rediseñando, ha habido algunos fracasos de películas con superheroínas y durante mucho tiempo se pensó que para todas las películas de acción el público eran hombres jóvenes.

-¿Cuánta presión supuso ser una de las primeras mujeres con un presupuesto tan alto?

-Solo pensé en eso después de haberla acabado; la presión de hacer una buena Wonder Woman sobrepasaba todo lo demás. Desde que firmé pensé: «Nadie lo ha hecho en 75 años y tiene que ser increíble». Me sentía una persona adecuada para intentarlo. Una vez que la película estuvo acabada sí sentí presión: no solo quiero que la película triunfe porque soy cineasta, también pienso que quiero que traiga algo bueno para todas las mujeres cineastas.

-¿Está preparada para el debate feminista que genera, tanto a nivel popular como intelectual y académico?

-Llevo años en ese debate. Hice Monster, que trata sobre una mujer lesbiana asesina en serie y que va aún más allá. Y estoy definitivamente preparada porque crecí en todo esto. Mi madre es una feminista de peso. Crecí entre mujeres, con mi madre y mis hermanas, sin mi padre. Lo que yo intento es concentrarme en el resultado, que es que llegue el día en que pueda ser cineasta universal y mi protagonista pueda ser un personaje universal y el resto se convierta en secundario. Por supuesto, no estamos ahí todavía.

-¿Qué opina de la polémica que provocó la organización de pases solo para mujeres?

-Yo encuentro valor a los dos argumentos. No creo en excluir a nadie, pero también celebro que esto es algo muy especial para las mujeres y es maravilloso. Hicimos la película para todos. Esta mujer ha pertenecido a todo el mundo por mucho tiempo y me gustaría que pudiera seguir así mucho tiempo, pero me toca el corazón inmensamente que vaya a tener un lugar especial para las mujeres.

-Esta es una película de entretenimiento y superhéroes. pero el personaje nació como una figura política y llega al cine con Donald Trump en la Casa Blanca y con las mujeres en la primera línea de la resistencia. ¿Tiene miedo de que haya politización?

-Es lo que deseo, espero que se politice en una forma profundamente teórica, que inicie un debate sobre quiénes somos en el mundo y cómo nos comportamos internacionalmente, y también espero que ese mensaje llegue a todo el mundo. ¿Quiénes queremos ser, cómo queremos avanzar, creemos en la verdad? Y si lo hacemos, debemos aspirar a ser héroes de una nueva forma. Quién está en el poder aquí y ahora es tan transitorio... Yo miro a cientos de años vista, veo la verdadera pesadilla que tenemos por delante, y todos, nosotros y las siguientes generaciones, tenemos que involucrarnos.