Rodrigo Rato, director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha mostrado en Washington una faceta inédita: la de actor. Y, además, clásico y muy español. Llevando una capa de terciopelo, gorro a juego, espada de plástico y un traje azul, Rato fue recibido el martes en la capital estadounidense al grito de "se acerca el rey", como parte de la puesta en escena de la obra La venganza de don Mendo.

La entrada triunfal del exvicepresidente del Gobierno español, reconvertido en el rey Alfonso VII, tuvo lugar en el Teatro Gala, un pequeño centro artístico en el corazón latino de Washington en el que se interpretan obras hispanas. Allí se dieron cita Rato y otros 19 aficionados al teatro para poner en escena una versión del clásico enredo amoroso-medieval de Pedro Muñoz Seca. Un elenco a las órdenes de Victoria Peña, promotora del montaje y esposa de Juan José Buitrago, diplomático español en Washington.

EN CASTELLANO ANTIGUO "Cese ya el atambor, que están mis nobles cansados de redobles, y yo ahíto de tanto parchear y tanto pito", recitó el aficionado Rato en castellano antiguo, ante la algarabía suscitada por su presencia en un escenario tan alejado de los podios del FMI. Para aplaudirle y reír a carcajadas se reunieron 300 personas, entre las que figuraban diplomáticos, funcionarios internacionales y expatriados varios que residen en la capital de Estados Unidos.

Juan José Buitrago atrajo la mayoría de los elogios por su gracia y desparpajo, pero la aparición de Rato, que no llegó hasta el tercero de los cuatro actos, fue el momento más esperado. Rato aseguró haberse embarcado en el proyecto por ser "una bonita idea" que permitirá recaudar fondos para reformar la cúpula del Gala.